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Esta memoria es para las bordadoras que han participado en el proyecto y las que se sumarán en el futuro. Para que puedan ver plasmadas sus experiencias en cada una de las etapas y del importante compromiso que han tenido al invertir su tiempo y aportar sus saberes.


XX Inicio de la experiencia

El bordado, realizado a mano o con máquina artesanal, es una práctica común en las comunidades mayas de Yucatán. Este arte ancestral ha sido transmitido de generación en generación, convirtiéndose en una de las expresiones más importantes del Patrimonio Cultural Inmaterial de la región. Además de ser un símbolo de identidad cultural para la población, lo practican principalmente mujeres, aunque también hay hombres bordadores.

Yucatán destaca por ser el estado con más puntadas de bordado en México, registrando 34 puntadas, equivalentes al 10% de las documentadas a nivel mundial. Aunque en el pasado las prendas eran elaboradas sólo para ceremonias, fiestas tradicionales y uso personal, hoy en día muchas familias encuentran en esta tradición una fuente de ingresos. Sin embargo, las bordadoras enfrentan retos como la competencia desleal, el robo de diseños y la falta de reconocimiento a su trabajo artesanal.

En respuesta, la UNESCO México, con el auspicio de BANORTE y el Gobierno de Yucatán, diseñó el proyecto “Bordamos en comunidad: el arte textil en Yucatán”. Este proyecto ha tenido como objetivo principal salvaguardar el bordado maya a través de estrategias y acciones que han conducido, finalmente, a la creación del Plan Estatal de Salvaguardia del Bordado Maya Yucateco.

Para el proceso de diagnóstico de la práctica, se llevaron a cabo una serie de talleres enfocados en tres ejes temáticos

  • Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI)
  • Modelo de Negocios y Finanzas (MNF)
  • Masculinidades (MSC)

Los talleres de los ejes de PCI y MNF se dirigían principalmente a bordadoras, y los de MSC se enfocaban en el trabajo con hombres de las comunidades, quienes lo relacionaban, ya sea por sus actividades, o por sus relaciones personales o familiares. Los ejes de PCI y MNF reunieron a más 300 bordadoras durante el desarrollo de las actividades, mientras que en el Eje de MSC participaron 95 hombres. Todo esto a lo largo de los doce municipios.




Con los enfoques propios de cada taller, utilizando estrategias participativas, se recopiló información que permitió elaborar un diagnóstico integral de esta práctica, para desarrollar estrategias que salvaguarden la actividad, centrándose en la cohesión y organización comunitaria, el intercambio de saberes y la transmisión del conocimiento.

Para el registro de los datos, se realizó un proceso de sistematización transversal entre los diferentes ejes temáticos, para lo que se diseñaron diferentes recursos para usarlas durante las actividades, para facilitar tanto a los talleristas como a las personas auxiliares, el ordenamiento inmediato de la información derivada de los ejercicios.

Con base en estos recursos, se integraron una serie de bases de datos respectivas a cada componente, con un enfoque estadístico y de vinculación al territorio geográfico. Se describen las características de los componentes que hicieron parte del diagnóstico de la práctica dentro del Eje de Patrimonio Cultural Inmaterial, que sirvieron para el desarrollo posterior de las siguientes fases del proyecto.



XX Primera etapa. Experiencias por Municipios en el Desarrollo de Capacidades y Fortalecimiento de Saberes

Tal como lo han compartido las bordadoras de 12 municipios de Yucatán (Abalá, Dzán, Hoctún, Izamal, Maní, Muna, Oxkutzcab, Tahdziú, Teabo, Tekax, Tekit y Valladolid), el arte textil es un motor clave para el desarrollo económico y social inclusivo, la conservación del medioambiente y el fortalecimiento de la identidad cultural. Por eso, para el proyecto, ha sido fundamental ver cómo cada una de las bordadoras se ha comprometido en las actividades para fortalecer sus capacidades de gestión empresarial, herramientas financieras y su conocimiento sobre el patrimonio cultural, contribuyendo a mejorar su trabajo individual, familiar y de los colectivos liderados por mujeres. También ha sido importante sensibilizar a los hombres, particularmente de estas mismas comunidades, sobre el valioso papel de las bordadoras como pilares sociales, económicos y culturales, y fomentar el apoyo para su desarrollo profesional. Por ello, ha sido muy importante el trabajo de las bordadoras para identificar las debilidades y amenazas económicas, sociales, ambientales y culturales que afectan la preservación del arte textil y proponer soluciones para su salvaguardia.

Esta plataforma funge como una especie de memoria y repositorio de los informes que surgieron a partir de los talleres de Patrimonio Cultural Inmaterial, Modelo de Negocios y Finanzas, y Masculinidades por cada municipio, para hacer un recuento de cada proceso recalcando sus particularidades, y aquellos resultados o hallazgos significativos, en cuanto al desarrollo de capacidades e intercambio de saberes.


Abalá

En Abalá, el bordado maya yucateco es una práctica artesanal que combina tradición, identidad cultural y desarrollo económico. Dentro de los talleres realizados, se identificó una gran diversidad de productos elaborados mediante técnicas de bordado, los cuales clasificaron en cuatro categorías según su uso: comunitario, personal, venta y colaboraciones o encargos. Entre los productos comunitarios destacan estandartes, manteles, hipiles y casullas para sacerdotes. En los de uso personal sobresalen blusas, guayaberas, ternos, pañales y vestidos. Por otro lado, los productos orientados a la venta incluyen centros de mesa, sandalias, sombrillas, separadores y accesorios como donas para el pelo. Esta variedad demuestra la riqueza y versatilidad de las técnicas que utilizan. En los talleres de patrimonio cultural inmaterial, también nos comentaron que dos terceras partes de sus creaciones las venden y una tercera parte las elaboran para uso personal o familiar.

En cuanto a las puntadas utilizadas, se identificaron 38 técnicas en los doce municipios, clasificadas según el método de aplicación: a mano, a máquina o ambas. Entre las técnicas manuales más representativas en Abalá están la Cadeneta, Xmanikté, Chuuy kab, Punto de Cruz y Jaas Chuy (tambor). En las técnicas a máquina destacan el Renacimiento, Calado, Macizo y Sombreado. Mientras que algunas, como el Punto de Ojal y el Diente de Perro, pueden realizarse de ambas formas. Estas técnicas reflejan tanto la herencia cultural como la gran capacidad de innovar que tienen en Abalá.

Dentro de la comunidad de bordadoras del municipio, el proceso de transmisión del Bordado Maya Yucateco ha sido fundamental para poder seguir enseñando y aprendiendo a bordar. Dentro de los talleres de patrimonio cultural inmaterial, se identificó que la mayoría de las participantes aprendió las técnicas durante su niñez, principalmente a través de sus madres, hermanas, tías y abuelas, en contextos como el hogar y la comunidad. Pero también se pudo notar que, en Abalá, las mujeres que participaron de los talleres, mayores de 20 años, aprendieron el bordado de maestras. También se pudo ver que, en la actualidad, muchas bordadoras en Abalá no enseñan a sus familiares y la enseñanza recae en las clases que dan maestras fuera de los hogares.

Se apreció la importancia que tiene el bordado en ceremonias tradicionales y contextos rituales. Para las ceremonias se elaboran estandartes, huipiles, fustanes, manteles y promesas. Estas prendas son ampliamente utilizadas en festividades religiosas, como gremios y procesiones, así como en eventos familiares, como bodas y bautizos. La presencia de prendas bordadas en estas ocasiones resalta su valor cultural y espiritual dentro de la comunidad. Además, se pudo notar cómo las prendas bordadas acompañan el ciclo de vida de todas las personas de la comunidad, desde el nacimiento, con hipiles para bebés y pañales bordados, pasando por la adultez, con vestimentas para bodas y eventos religiosos, hasta la muerte, con sudarios y prendas específicas para funerales.

¿Para ti, qué es el patrimonio cultural inmaterial?

Pues lo defino como algo muy mío. Es la importancia, el valor que le doy a mi trabajo, a mis bordados. Porque pues en ellos plasmó lo que me gusta, lo que quiero y mis bordados los hago como que más, más actual, sin cambiar absolutamente nada en el punto de cruz. Me encanta bordar cosas inusuales. Algo novedoso. Porque se innova, se transforma desde la tradición también.

El mapeo participativo que se realizó permitió ver quiénes son las y los principales actores involucrados en la cadena de valor del bordado. Estos incluyen a los proveedores de materiales e insumos básicos, al gobierno, que debe brindar apoyo mediante programas específicos, y a organismos locales e internacionales que deben impulsar la comercialización y capacitación de las bordadoras. Este ecosistema resulta clave para entender las dinámicas económicas y sociales relacionadas con el bordado.

Finalmente, se realizó un análisis de las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, para evaluar la situación del bordado en Abalá. Entre las fortalezas que se identificaron está la alta calidad y variedad de las técnicas de bordado, el gran número de bordadoras que hay en Abalá y que la mayoría borda a mano puntadas únicas como el X’manikbeen así como la disposición que siempre mostraron las bordadoras para compartir sus conocimientos y ayudarse mutuamente. Entre las oportunidades que reconocieron, está la apertura de tiendas de artesanías, la incorporación de jóvenes mediante capacitación y los beneficios que pueden resultar del turismo en los cenotes cercanos. Sin embargo, entre las debilidades destacan la baja participación de las nuevas generaciones en el bordado, las limitadas oportunidades de venta y la falta de una tienda para vender de forma continua y no sólo durante los eventos municipales. Las amenazas incluyen que los jóvenes tienen poco interés por aprender el bordado, el “macheteo de los precios” por parte de los compradores y la falta de apoyo de las autoridades.

En los talleres de modelos de negocio y finanzas básicas, se identificó que el gasto fijo promedio fue de $527.50 y el ingreso fijo promedio fue de $3,140. En los ejercicios que realizaron para poner precio a las prendas bordadas, las bordadoras vieron que las ganancias varían según el producto, con márgenes que van del 6% al 45%. Esto quiere decir que el precio de venta es mayor al costo unitario de elaboración de los bordados. Se vio, también, que los ingresos principales provienen de clientes locales, y de las mujeres de la comunidad, y que sus dos recursos principales son los materiales, así como ellas mismas como bordadoras.

¿Crees que después de todos los talleres, las bordadoras de Abalá valoran más su trabajo?

Bueno, mis compañeras sí valoran mucho su trabajo ahorita. Y sobre todo valoran cada paso que hacen. Allá nos enseñaron a valorar desde el momento que escoges tu diseño y hasta la persona que va y compra el material, hasta la persona que va y la vende. O sea, es un proceso que ahorita todo lo que hacemos lo valoran, el tiempo que ya sea para salir a comprar o para salir a hacer esa prenda, es un tiempo que tiene que estar incluido en el precio.

Dentro de los talleres de masculinidades se identificaron principalmente micromachismos coercitivos, relacionados con el control sobre decisiones en el hogar y la limitación de la autonomía femenina. Frente a esto, los hombres participantes asumieron compromisos como valorar el esfuerzo de las mujeres en el hogar y la comunidad, colaborar en tareas domésticas específicas como la cocina, promover el respeto hacia las mujeres y mejorar la comunicación familiar. Además, se comprometieron a transmitir los aprendizajes del taller a otros hombres para fomentar la igualdad entre hombres y mujeres.

¿Qué opinan en Abalá sobre los talleres de masculinidades?

En el caso de nosotros, pues mi esposo siempre me ha apoyado, mi esposo en el caso de mi mamá igual está mi papá y no hay tanto problema. Y en la comunidad de Abalá como que apoyan bastante. No hay de que no lo hagas, no vayas. O si hay ese acceso de que te compro. yo lo llevo así. Sí, hay apoyo. Eso es importante. No hay borradores, eso si no hay borradores. Pero sí hay el apoyo de ciertas cosas.




Dzán

Dzán se distingue por la riqueza técnica de sus bordadoras, quienes dominan una gran variedad de puntadas. Durante los talleres de patrimonio cultural inmaterial, las bordadoras clasificaron sus productos bordados según su uso en cuatro categorías principales: comunitario, personal, encargo o colaboración, y venta. Los productos que elaboran para la comunidad incluyen: blusas, ternos, manteles, estandartes sudarios, ropa para Virgen, ropa para santos. Los encargos que les hacen normalmente son de cortinas, caminos de mesa, fundas para almohadas, pañuelos y aretes. Para su propio uso, elaboran blusas, hipiles, ternos, manteles y pañales. Y para la venta, realizan muchas de las mismas prendas que elaboran para uso personas más cubrebocas, vestidos de 15 años, mandiles y forros para cuadernos, entre otros bordados. En cuanto al destino de los productos, vieron que el 32% de sus prendas bordadas son para la venta, el 26% se realizan por encargos, el 23% es para uso personal y el 19% los elaboran para fines comunitarios. Esta distribución refleja cómo el bordado cumple funciones tanto económicas como personales y culturales dentro de la comunidad.

En los 12 municipios que se integraron al proyecto, se hallaron 38 puntadas diferentes, de las cuales 24 se realizan a mano y 10 a máquina. Entre las puntadas a mano más representativas en Dzán, se mencionó el "Chuuy kab" o bordado de mano y el "Xokbilchuuy" o punto de cruz. Por otro lado, comentaron que las puntadas realizadas a máquina incluyen técnicas como calado, macizo, rejilla y sombreado. Esta diversidad de técnicas evidencia la riqueza artesanal de la comunidad.

Dentro de los talleres se habló acerca da la transmisión del conocimiento del bordado, diciendo las bordadoras que se enseña principalmente dentro de las familias. La mitad de las participantes comentó que actualmente enseñan a bordar, y que aprendieron a edades tempranas, entre los 6 y los 15 años, principalmente de sus madres, tías, hermanas y cuñadas. Pero también, algunas aprendieron con amigas o solas. La otra mitad, comentaron que no enseñan a otras personas. Estas formas de enseñar a bordar, les ha permitido preservar la tradición a lo largo de varias generaciones, asegurando así la continuidad de esta práctica cultura.

También reconocieron en los talleres, que el bordado está profundamente ligado a las ceremonias locales. Eventos como gremios, bautizos y nacimientos destacan como momentos en los que estas prendas bordadas tienen un papel esencial. Las ceremonias más frecuentes son los gremios y celebraciones religiosas, como el Hanal Pixán, donde se emplean prendas bordadas como hipiles, manteles y sudarios. Además, notaron que las celebraciones relacionadas con el ciclo de vida, como nacimientos, bautizos, primeras comuniones y bodas, son fundamentales para la comunidad de Dzán. Estas celebraciones que se realizan de frecuentemente emplean prendas específicas, como guayaberas y ternos en las bodas, o hipiles y pañales bordados en los nacimientos. El bordado es parte integral de sus vidas.

En el mapeo de actores clave que las bordadoras consideran relevantes para su práctica, identificaron diversas categorías como al gobierno, la sociedad civil, iniciativa privada y organismos internacionales. Entre los actores clave destacan los proveedores de materiales, instituciones culturales y las propias bordadoras, quienes se sitúan al centro de este sistema, interactuando con diferentes perfiles que apoyan, regulan o demandan sus productos.

Finalmente, en el análisis de oportunidades, debilidades y amenazas, las bordadoras notaron varios aspectos importantes. Dentro de las oportunidades destacaron el potencial que existe tras promover el turismo, el reconocimiento de los bordados no solo en lo que al valor económico se refiere, y la vinculación con ferias locales, como la vinculada con la producción del limón. En cuanto a las debilidades, identificaron problemas como la falta de mercado, la escasez de materia prima, los precios bajos de los encargos y la falta de apoyo gubernamental. Por último, entre las amenazas señalaron el plagio de diseños y la falta de reconocimiento en concursos, factores que ponen en riesgo la sostenibilidad del bordado como práctica cultural y económica.

Dentro de los talleres de modelo de negocios y finanzas básicas, las bordadoras notaron que al vender sus bordados logran ganancias que varían entre el 21% y el 55%. Lo que muestra que están fijando bien sus precios de venta y logran cubrir sus costos unitarios. También identificaron que el segmento de clientes principales son mujeres de la propia comunidad o de otros lugares del Estado. Y que los recursos más importantes son los materiales para elaborar sus bordados y su propio trabajo como bordadoras.

En los talleres de masculinidades, destacaron los micromachismos utilitarios, donde se espera que las mujeres asuman las responsabilidades domésticas de manera natural. Para contrarrestar estas actitudes, los hombres participantes asumieron compromisos como respetar a las mujeres, colaborar en las labores del hogar, fortalecer la comunicación con hijos y padres, evitar la violencia y eliminar hábitos que afectan negativamente la dinámica familiar. También se comprometieron a enseñar valores como la empatía y el respeto a los hijos.




Hoctún/San José Oriente

En los talleres de patrimonio cultural inmaterial se identificaron diversos productos bordados que se clasifican según su uso y para qué fines los elaboran. Las bordadoras se pudieran dar cuenta que una tercera parte de sus creaciones las venden, otra tercera parte es para uso personal, la otra parte son encargos. Dentro de los bordados de uso comunitario destacaron los hipiles, manteles y sudarios. En la categoría de encargos o colaboraciones incluyen productos como playeras, bolsas y cubrebocas. Para uso personal, las bordadoras confeccionan guayaberas, blusas, pañales, fajas, monederos y solapas. Mientras que para la venta comercial sobresalen aretes, collares, cinturones, ternos, huipiles, blusas, guayaberas y monederos, los cuales son productos con demanda local y regional.

Las puntadas más representativas, que mencionaron en Hoctún, incluyen las realizadas tanto a mano como a máquina, como el punto de ojal, el festón y el xokbilchuuy. En la categoría de bordado manual destacaron técnicas tradicionales como el biscotela, chuuy kab y el xokbilchuuy. Mientras que el bordado a máquina incluye puntadas de relleno, sombra y macizo, que permiten un trabajo más eficiente en menor tiempo.

En Hoctún, las bordadoras mencionaron que la transmisión del Bordado Maya Yucateco ocurre principalmente en el núcleo familiar, siendo las madres y abuelas quienes enseñan a las hijas y nietas desde temprana edad, antes de los 10 años. Lo más importante es que constataron la existencia de tres generaciones activas en el bordado, lo que refleja la continuidad de esta práctica. Mencionaron que la transmisión de saberes ocurre de manera cotidiana en espacios familiares y comunitarios, donde se rescatan técnicas tradicionales que fortalecen la identidad cultural.

En los talleres se identificó que las prendas bordadas tienen un papel importante en las ceremonias tradicionales de Hoctún y que el bordado está presente en las etapas clave del ciclo de vida de la comunidad. En los nacimientos, se confeccionan pañales bordados. Durante la adultez, en ceremonias como bodas y comuniones, los hipiles y ternos adquieren un rol central, al igual que las guayaberas. Finalmente, en los rituales funerarios, los sudarios bordados cobran relevancia, demostrando que el bordado acompaña a las personas en todas las etapas de su vida.

¿Para ti, qué es el patrimonio cultural inmaterial?

Para mí el patrimonio cultural siento que es, es todo. Yo digo que es todo. Como, por ejemplo: la tradición, la cultura y todo lo engloba el tipo de vestimenta, las puntadas que hacemos. Y siento que eso para mí es un patrimonio, porque me lo heredó mi abuelita y de mi abuelita pues mi mamá. De mi mamá aprendí, de ellas dos aprendí y pues es algo muy bonito porque crece, naces, creces, vives con esas tradiciones que es tu vida diaria tanto como tu vestimenta. Abarca todo prácticamente. Para mí es el patrimonio lo que mis antepasados o familiares me heredaron.

En el mapa de actores se hizo referencia a los diversos participantes relacionados con el bordado, por ejemplo, los proveedores locales juegan un papel importante al abastecer materiales indispensables para elaborar los bordados. También mencionaron las instituciones gubernamentales y organizaciones locales que deben participar a través de proyectos de capacitación y apoyo para preservar esta práctica cultural.

En el análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas, destacaron, entre las fortalezas del bordado en Hoctún: la cercanía que tienen con mercados en Kimbilá, Izamal y Mérida, lo cerca que tienen a sus proveedores, que son muy buenas bordadoras que hacen prendas únicas y que están organizadas en grupos familiares. Entre las oportunidades, se mencionó la posibilidad de cooperación y mejorar la ayuda mutua, tener más máquinas para armar, poner etiquetas a sus productos, tener capacitación en técnicas avanzadas, la comercialización a través de nuevas plataformas (redes sociales) y el acceso a mercados más amplios. Sin embargo, también mencionaron debilidades importantes, como la falta de apoyo institucional, la poca presencia de la venta en línea y tiendas físicas, además de la falta de venta en grupos. En cuanto a las amenazas se incluyen la competencia de productos industrializados (máquina digital), el regateo, los precios disparejos y la venta por intermediarias.

Dentro de las acciones de salvaguardia se propusieron medidas concretas para proteger y fortalecer el bordado maya yucateco en Hoctún. Entre ellas destacan la organización de talleres intergeneracionales que fomenten la enseñanza del bordado a las nuevas generaciones, la creación de plataformas de comercialización que impulsen el trabajo de las bordadoras y la formación de alianzas con instituciones educativas y gubernamentales, en especial con el sector público municipal. En resumen, las medidas más importantes del plan de salvaguardia para la comunidad de bordadoras en Hoctún son: la preservación y protección del bordado, la visibilización y valorización, el turismo, ventas y comercio justo, la educación y transmisión y la promoción y difusión. Tanto las medidas como las acciones buscan garantizar la continuidad y reconocimiento del bordado como Patrimonio Cultural Inmaterial y fortalecer la economía local a través de esta práctica tradicional.

En los ejercicios para calcular un precio justo a sus prendas bordadas, las bordadoras identificaron que obtenían muy pocas ganancias o en algunas prendas hasta perdían dinero. Por eso es importante que calculen muy bien sus costos unitarios de elaboración de sus prendas para poder fijar bien los precios de venta. También identificaron que su segmento - perfil de clientes principales son mujeres y clientes locales. Y que los recursos que más utilizan son los materiales para elaborar sus productos y su propio trabajo como bordadoras.

¿Crees que después de todos los talleres, las bordadoras de Hoctún valoran más su trabajo?

Aprendimos mucho en ese taller de finanzas, porque la verdad nosotros cuando elaboramos una blusa compramos el material, pero, por ejemplo, si yo invertí 500, 200, 300 en material, yo eso trato de sacar, mi tiempo yo no lo agregaba, ni mi transporte. Cuando yo salía a hacer mis compras, desayuno, almuerzo, sí ocupo un litro de agua, un refresco, yo no la agregaba y en ese taller sí pude entender que todos los gastos que conlleva terminar la blusa o la prenda, tienes que ponerle esos costos que tú ya gastaste, o sea ya absorbiste y tienes que ver recuperarlo de lo que tú vendas. Y aparte de eso, tu tiempo y tu mano de obra. O sea, eso nunca, nunca lo poníamos, solo era recuperar y para nosotros 100 son 100. Diríamos que esa es nuestra ganancia y no es así. O sea. Y allí aprendimos que todos los gastos que hagamos hay que ponerlos, siempre hay que ponerlo para que tú no pierdas, al contrario, tú debes de ganarle. Por eso estás trabajando.

El taller de masculinidades mostró que en Hoctún predominan micromachismos encubiertos, expresados a través de actitudes paternalistas y condescendientes hacia las mujeres. Los compromisos asumidos, por los hombres que participaron en los talleres, incluyeron brindar apoyo en las tareas del hogar, dedicar más tiempo de calidad a la familia, fomentar la confianza con los padres y valorar el trabajo realizado por cada miembro de la familia. Además, se comprometieron a reflexionar sobre sus actitudes y ser más respetuosos y amorosos en las relaciones familiares.

¿Qué opinan las bordadoras de Hoctún de los talleres de masculinidades?

Yo estoy casada, pero la verdad, pues yo sí lo platico con mi esposo y yo salgo a mis ventas, me voy. Pero la gran mayoría que ya son gente, no digo tan grande, pero por ejemplo puedo decir 40, 50 años en su caso de mi mamá que ya tiene 50. Cuando hay eventos o algo así, mi papá no la deja salir si la deja salir, pero se molesta, primero hace su genio y le dice sobre porqué sale, que porque mi papá le da. Abarcaron varios temas porque es como que sean machistas, o sea, no dejan salir a sus esposas y ellos se dieron cuenta que cuando tienen venta así las esposas pues es un gran apoyo, genera así gran apoyo con los gastos y no recae todo en el hombre. También se pudieron dar cuenta que una mujer hace mucho en su casa tiene que barrer, cocinar, trapear, atender a los hijos, llevar a los hijos a la escuela, como que sí se concientizaron bastante porque pues veían el rol de la mujer como tradicional. Pero pues cosa que no es así porque es de gran valor, porque pues ellas no perciben un sueldo.




Izamal/Kimbila

En los talleres sobre patrimonio cultural inmaterial, se identificaron diversos productos elaborados con técnicas de bordado, clasificados según su uso y el fin de su elaboración. Casi la mitad de sus creaciones están destinadas a la venta, y una tercera parte las elaboran para uso personal. El resto de sus bordados están destinados a la comunidad o son encargos. En el ámbito comunitario destacaron los ternos, manteles, estandartes gremiales, trajes de caballero y prendas para santos y vírgenes. Los encargos y colaboraciones incluyen productos como zapatos, bolsas, toallas, sábanas y vestidos. Para uso personal y venta, las bordadoras elaboran blusas, vestidos, hipiles, guayaberas, servilletas, manteles, rebozos, bolsas, sombreros, tortilleros y monederos, entre otros.

Dentro de las actividades, se compartieron que las puntadas manuales más importantes en Kimbilá son el Chuuy Kab, que corresponde al bordado a mano, y el Xokbilchuuy, conocido como hilo contado o punto de cruz. En las puntadas a máquina se incluyeron técnicas como calado, cortado, macizo, rejilla, renacimiento, jaspeado y sombreado. Estas técnicas reflejan la riqueza del bordado maya y su evolución a lo largo del tiempo.

Sobre la transmisión del Bordado Maya Yucateco, comentaron que se da de manera comunitaria y generacional. Las bordadoras expresaron que aprenden desde temprana edad en el seno familiar, mediante la observación y la práctica junto a sus madres y abuelas. Este proceso fortalece los lazos familiares y garantiza la continuidad del saber ancestral. También notaron que el bordado está vinculado a festejos importantes como bodas, bautizos o celebraciones religiosas. Durante estos eventos, prendas como el hipil, los ternos, las guayaberas, los ropones, las chambritas y pañales, así como las servilletas y manteles bordados juegan un papel fundamental, no solo como vestimenta, sino como símbolos de identidad cultural y espiritualidad de la comunidad.

¿Para ti, qué es el patrimonio cultural inmaterial?

Creo que igual como lo han mencionado anteriormente, es un legado que tenemos de nuestros antepasados y es una forma de preservar, pues lo que ellos sabían desde antes y que ahora nosotros lo podemos llevar a cabo. Creo que igual una de mis compañeras lo comentaba, decía que puedes innovar, pero no cambiar las puntadas. Entonces es lo que ellos nos enseñaron, o sea poder hacerlas, pero sin perder ese toque ancestral que tenía, que es lo que igual nos representa. Entonces, para mí sería la preservación de una puntada, de una costura, de algo que nos hayan enseñado nuestros papás, abuelitos o quienes nos hayan enseñado.

A través del ejercicio para mapear actores, se identificaron a los protagonistas clave en la cadena de valor del bordado. Entre ellos destacan los proveedores de materiales, entidades gubernamentales, organizaciones no gubernamentales, la iniciativa privada y organismos internacionales. Es interesante que las bordadoras también mencionaron la importancia de los servicios bancarios en este mapeo. Este análisis permitió visualizar las redes y colaboraciones existentes, fundamentales para el desarrollo sostenible de esta práctica cultural.

En otro ejercicio que se realizó durante los talleres de patrimonio cultural inmaterial, se revelaron las principales fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que enfrentan en Kimbilá. Entre las fortalezas se encuentran la disponibilidad de insumos y equipos, ya que en cada casa hay un taller, la creación de bordado diversos y con diseños únicos, el conocimiento generacional y la participación masculina en la práctica, la colaboración entre bordadoras y talleres, y el turismo que hay en Izamal. Las oportunidades incluyen que todas las bordadoras puedan desarrollarse profesionalmente, tener seguridad social, la creación de museos y espacios de venta, la mejora de servicios públicos y contar con servicios bancarios, y la organización comunitaria para impulsar negocios propios. Sin embargo, existen debilidades como el regateo en precios, la falta de capital e inversión y servicios deficientes, sumado a la poca organización comunitaria. Por otro lado, las amenazas incluyen la competencia con bordados hechos por computadora, la falta de apoyo gubernamental y los problemas de salud derivados de años de trabajo, como la pérdida de la vista.

Finalmente, en el análisis de acciones de salvaguardia, en los doce municipios identificaron y priorizaron 168 propuestas presentadas por las bordadoras. En Kimbilá las acciones prioritarias se enfocan en la educación y transmisión generacional del bordado, la mejora de las condiciones laborales, la creación de espacios de comercialización y la promoción del bordado como patrimonio cultural. Y destaca que muchas de las acciones de salvaguardia deben contar con la colaboración del sector público municipal, estatal y federal. En resumen, las medidas más importantes del plan de salvaguardia en Izamal son: la preservación y protección del bordado, la visibilización y valorización, el turismo, ventas y comercio justo, la inclusión y políticas de género, la educación y transmisión, y la promoción y difusión.

En los ejercicios para poner precio de venta a las prendas bordadas, las bordadoras notaron que el gasto fijo promedio fue de $953.75 y el ingreso fijo promedio fue de $3,140. También calcularon que las ganancias pueden ser de hasta el 80%. Esto quiere decir que las bordadoras están fijando bien sus precios de venta y que después de cubrir sus costos unitarios tienen ganancias. Además, aprendieron que el segmento de clientes está liderado por mujeres y compradores locales.

¿Crees que después de todos los talleres, las bordadoras de Kimbila valoran más su trabajo?

Creo que nosotras como artesanas no tenemos esa noción de qué es lo que realmente nos cuesta todo este trabajo. Porque decimos lo básico, mi tela, mi hilo, y ya está. Incluso hay algunas personas que ni siquiera tomaban en cuenta, pues el tiempo que los llevaba hacer. Por ejemplo, en los talleres nos enseñaba que también debemos de cobrar la luz, todos esos pequeños detallitos que todo lo que nosotros hacemos igual debe de entrar en nuestros precios. Entonces nuestro precio no era el adecuado y no era el real. Afortunadamente cuando llegaron los talleres pues ya ahí nos dimos cuenta, vale más. Y ya incluso ahorita ya lo hacemos, ya estamos tomando todo eso que nos dieron.

En los talleres de masculinidades los micromachismos utilitarios se manifestaron en la subestimación del aporte de las mujeres en roles fuera del hogar. Los participantes respondieron comprometiéndose a apoyar en las labores del hogar, promover la igualdad de género, respetar las opiniones de las mujeres y ayudarlas a alcanzar sus metas personales y profesionales. También asumieron la responsabilidad de ser ejemplos de colaboración y paciencia dentro de la familia.

¿Qué opinan las bordadoras de Kimbila de los talleres de masculinidades?

Sabemos que en el bordado no solamente es de mujeres, ya los hombres también lo implementan desde antes lo implementan, entonces pues digamos que no hay tanto problema con ellos. Sin embargo, todavía existen hombres que todavía representan ese machismo hacia sus esposas, hacia sus novias. Entonces considero muy bueno este taller que se podría implementar en los otros municipios para que ellos se den cuenta de que es importante ayudar a sus esposas en ese sentido, porque como ellos ya son bordadores, como bueno “vamos a trabajar en conjunto para que podamos hacer esto”.




Maní

En el municipio de Maní, el Bordado Maya Yucateco tiene una relevancia cultural y social destacada. Los productos elaborados, identificados durante los talleres de patrimonio cultural inmaterial, fueron clasificados por su uso. Casi la mitad de las creaciones de bordadoras se elaboran para uso personal y la otra mitad se realizan para la comunidad y para vender. Entre los artículos de uso comunitario se encuentran estandartes, sudarios, casullas para sacerdotes y ropa para santos. Los productos personales incluyen hipiles, ternos y blusas, mientras que para la venta predominan blusas, vestidos, ternos, bolsos y accesorios como monederos y llaveros. Estas categorías reflejan la adaptabilidad y diversidad del bordado, que sigue siendo una parte fundamental de la identidad cultural y la economía local.

En cuanto a las técnicas empleadas, en los doce municipios se identificaron 38 puntadas distintas, las cuales se dividen en bordados a mano, a máquina y combinados. Entre las técnicas manuales que se mencionaron, está el punto de cruz y el punto de cruz doble, la huella de zorro, el punto de asís, el x´manikté y la huella de gato, mientras que las puntadas a máquina incluyen el calado, el sombreado y el relleno. También mencionaron que algunas técnicas, como el punto de ojal, se ejecutan tanto a mano como con máquina, lo que demuestra la capacidad de las bordadoras para adaptarse a diferentes herramientas y procesos.

En los talleres de patrimonio cultural inmaterial, se habló acerca de la transmisión del bordado, la cual es mayormente un proceso familiar en Maní. La mayoría de las bordadoras transmiten la técnica del bordado. Las bordadoras comienzan a aprender desde la infancia, instruidas por sus madres o abuelas.

¿Para ti, qué es el patrimonio cultural inmaterial?

Ahorita aprendimos que tenemos que ser orgullosos de cómo hablamos, cómo somos y las cosas que trabajamos y ya hoy en día pues la verdad nos hizo ver todo ese punto. Bueno, tenemos esta oportunidad de recuperar nuestra cultura maya, como nuestra.

Las artesanas compartieron que el bordado está profundamente ligado a las celebraciones en Maní. Eventos como bautizos, bodas, festividades religiosas y funerarias incorporan prendas bordadas como elementos esenciales. Ternos, sudarios y ropa para santos son ejemplos de piezas que, además de su uso ceremonial, simbolizan las creencias y costumbres de la comunidad. Este vínculo entre bordado y rituales resalta la importancia del arte textil en los aspectos espirituales y sociales de la vida comunitaria.

Como parte del proceso de diagnóstico, las bordadoras realizaron un mapeo para identificar a los actores relacionados con el bordado en Maní. Estos incluyen proveedores de materiales, entidades gubernamentales, organizaciones civiles e internacionales, quienes consideran que deben colaborar en áreas como el acceso a insumos, la capacitación y la promoción de la práctica. Este análisis permite visualizar las redes que sostienen la producción y comercialización del bordado en el municipio.

En el análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que las artesanas realizaron, pudieron notar diversas perspectivas sobre el estado actual del bordado en Maní. Entre las fortalezas destacan el reconocimiento de la calidad y exclusividad de las puntadas, así como la demanda constante de los productos, especialmente durante festividades como la Semana Santa y el Día de Muertos. Como oportunidades, se identificaron proyectos como la creación de una escuela de bordado, el fortalecimiento del uso de redes sociales y la promoción del municipio como un destino cultural. Sin embargo, mencionaron que persisten debilidades, como la falta de profesionalización, las brechas digitales y la poca visibilización de la diversidad técnica del bordado. Entre las amenazas que identificaron, se encuentran el plagio de diseños, la competencia con productos sublimados y el desinterés de las nuevas generaciones por aprender a bordar.

Finalmente, se definieron acciones de salvaguardia para proteger y revitalizar el bordado maya en Maní. Estas incluyen la documentación de técnicas, la promoción de la enseñanza a las nuevas generaciones, el desarrollo de iniciativas que valoren el trabajo de las bordadoras y la garantía de condiciones económicas y legales justas. Estas estrategias buscan preservar esta expresión cultural única como un patrimonio vivo y sostenible, asegurando su continuidad para futuras generaciones.

En el taller para obtener los precios de sus bordados, las artesanas establecieron que el gasto fijo promedio fue de $1,226.25, y que el ingreso fijo promedio fue de $3,140. Entre los productos que revisamos, calcularon que el porcentaje de ganancia promedio es del 23%. Lo que quiere decir que fijaron bien sus precios de venta y que lograron cubrir sus costos unitarios y obtener una ganancia. También pudieron notar que la mayoría de sus clientes son mujeres y compradores locales. Y que sus principales recursos son los materiales que utilizan y las bordadoras mismas para realizar el trabajo de bordado.

¿Crees que después de todos los talleres, las bordadoras de Maní valoran más su trabajo?

Pues la verdad recuerdo que nos enseñó cómo debemos de sacar bien nuestros presupuestos para salir a vender, porque de antes solo vendes y vendes. Pero al tomar estos talleres te hacen ver toda esa parte de lo que es tu proceso, todo eso y pues ya vamos aprendiendo eso que más este por decir. Aprendimos de la UNESCO, que nos abrió los ojos, para ver otras cosas, lo necesitas para tu costo.

Dentro de los talleres de masculinidades en Maní se observaron micromachismos de crisis, con resistencias al cambio hacia una mayor equidad en los roles familiares. Los compromisos asumidos, por los hombres que participaron, incluyeron expresar emociones de forma abierta, valorar más a las mujeres por su trabajo, apoyar a los hijos y nietos en sus actividades y necesidades, y reflexionar sobre actitudes para mejorar las relaciones familiares. También se comprometieron a ser más empáticos y atentos a las necesidades emocionales de sus parejas.

¿Qué opinan las bordadoras de Maní de los talleres de masculinidades?

Pues la verdad, ese taller que se dio yo siento que está súper bien porque hacen valorar más a las mujeres por nuestros esposos. Es verdad, porque a veces el esposo solo se va y no ve las cosas de la casa. Así es que en los pueblos es súper diferente, no están acostumbrados a que salgamos a vender nuestras cosas. Encima si andas en cosas te critican. Lo que hizo la UNESCO fue hacer entender a los esposos que nos tienen que valorar como mujeres porque es parte del trabajo que nosotros hacemos en la casa y salimos a vender y toda esa parte.




Muna

En los talleres patrimonio cultural inmaterial, las bordadoras de Muna destacaron una gran diversidad de puntadas que forman parte esencial del patrimonio cultural de las bordadoras. Compartieron que algunas de las puntadas más importantes son la cadeneta, chuuy kab, costilla de ratón, jaas chuy, mol mis, punto atrás, punto francés y xokbilchuuy (punto de cruz). También mencionaron que 10 puntadas son realizadas con máquina, entre las que se incluyen el alka chuuy, pespunte, ximbachuuy, corrida, calado, macizo, rejilla, renacimiento y sombreado. Además, existen puntadas mixtas, como la fantasía y el punto de ojal o festón. Estas técnicas muestran la alternancia entre métodos manuales y mecanizados, manteniendo una práctica tradicional mientras se adapta a nuevas herramientas y procesos.

Además, las bordadoras mencionaron que la transmisión del Bordado Maya Yucateco se da principalmente en el entorno familiar. El conocimiento es heredado de madres y abuelas, quienes enseñan a las nuevas generaciones desde temprana edad, entre los 11 y 15 años. La mayoría de las artesanas se dan a la tarea de transmitir sus conocimientos. Pero también, mencionaron que hay maestras que enseñan a bordar a infancias, entre los 6 y los 10 años. Estos procesos de aprendizaje aseguran la continuidad del saber y refleja la importancia de las mujeres en la preservación cultural. Esta transmisión intergeneracional es un símbolo de identidad y resistencia cultural que ha permitido que el bordado siga vigente en Muna.

En Muna, el uso de las prendas bordadas es fundamental en diversas ceremonias, como la vaquería que se realiza de forma muy frecuente. El bordado también acompaña los momentos más importantes del ciclo de vida, desde el nacimiento hasta la adultez y la muerte. Las vestimentas bordadas como guayaberas, hipiles y ternos son parte esencial en ceremonias que marcan transiciones significativas, reflejando la conexión entre la identidad cultural y la espiritualidad en cada etapa de la vida.

¿Para ti, qué es el patrimonio cultural inmaterial?

Tengo entendido que Patrimonio Cultural es lo que a nosotros nos identifica, pues hay material y hay inmaterial. Entonces yo estaba feliz porque digo en patrimonio, está el patrimonio cultural material. En Muna tenemos nuestra iglesia maravillosa, tenemos nuestro mercado, tenemos muchas cosas de lo cual sentirnos orgullosas y en lo inmaterial, pues tenemos todo lo que fuimos heredando de nuestros antepasados. En mi caso pues los cuentos, las leyendas, la forma de vestirnos, el idioma, todo eso.

En el mapa de actores que las bordadoras desarrollaron, se pudieron identificar los principales participantes que deben intervenir en el desarrollo y la preservación del bordado. Entre ellos mencionaron a los proveedores de insumos, las instituciones gubernamentales locales y estatales, así como los compradores y los espacios de venta. Este mapa evidencia una red de colaboración necesaria para fortalecer la práctica del bordado, desde la obtención de materiales hasta la comercialización y difusión del producto final.

En los talleres, se realizó un análisis para identificar las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas que enfrenta el bordado en Muna. Entre las fortalezas notaron la abundancia de artesanas, la calidad de sus bordados y la transmisión activa del conocimiento, lo que garantiza la continuidad de la práctica, y la importancia del ingreso del bordado para ayudar a las familias. Las oportunidades incluyen la enseñanza a nuevas generaciones, el uso de tecnologías como tutoriales en línea y la profesionalización del bordado en áreas como corte, diseño y combinación de colores. Sin embargo, las debilidades y amenazas se relacionan con la falta de comercialización justa y la competencia con bordados mecanizados, que pueden poner en riesgo la valoración de los diseños tradicionales.

Por último, en el análisis de las acciones de salvaguardia se propusieron diversas estrategias orientadas a proteger y difundir el Bordado Maya Yucateco. Estas incluyen la documentación e investigación de técnicas y saberes, la promoción y valorización del bordado como parte del patrimonio cultural, y su transmisión mediante talleres intergeneracionales. También se fomenta el desarrollo de actividades turísticas y el comercio justo, con el objetivo de asegurar una comercialización en condiciones equitativas que reconozcan el valor del trabajo artesanal.

En resumen, las medidas prioritarias del Plan de Salvaguardia para las bordadoras de Muna son: preservación y protección del bordado; visibilización y valorización; turismo, ventas y comercio justo; inclusión y políticas de género; educación y transmisión; y promoción y difusión. Tanto las medidas como las acciones están orientadas a garantizar la continuidad y fortalecimiento del bordado como símbolo de identidad y patrimonio cultural en la comunidad.

Durante los ejercicios realizados para analizar el valor económico de sus bordados, las participantes identificaron que su gasto fijo promedio fue de $1,761.25, mientras que el ingreso fijo promedio alcanzó los $4,833.33. Sin embargo, notaron que, en algunos productos revisados, el costo unitario superaba el precio de venta, lo que generaba pérdidas económicas. También reconocieron que sus principales clientas son mujeres de comunidades cercanas y que, entre sus recursos más importantes, se encuentran los materiales y su propio trabajo.

En los talleres sobre masculinidades realizados en Muna, se identificó la presencia de micromachismos coercitivos, especialmente en relación con la toma de decisiones dentro del hogar, lo cual limita la participación de las mujeres. Como parte del proceso, los hombres que participaron asumieron compromisos orientados a respetar y valorar el trabajo de las mujeres, compartir las tareas domésticas, pasar más tiempo con sus familias y fomentar un trato equitativo. Además, expresaron su disposición a replicar los aprendizajes del taller con otros hombres, como parte del impulso a una cultura basada en la igualdad.

¿Qué opinan las bordadoras de Muna de los talleres de masculinidades?

De hecho, a mí me parece fantástico que aprendan los hombres allá en Muna a la A. Yo sé que a los varones les da pena que sepan que costuran. Uno de ellos, por ejemplo, yo le enseñé a bordar a mi hijo y durante la pandemia, pues él fue mi brazo derecho para costurar, este bordar las portadas de nuestras libretas. A veces para hacer los cubrebocas o para hacer las bolsas. Entonces mi hijo me ayudó mucho, pero él hasta la fecha no quiere que nadie sepa que sabe bordar. Y así como él, yo sé que hay varios en mi pueblo que bordan. Y sé que se dio el curso, pero pues a mí me encanta porque yo sé que así se van a sentir orgullosos de lo que saben y que más adelante ya se van a dar a conocer y no les va a dar pena.




Oxkutzcab

En los talleres sobre patrimonio cultural inmaterial, las bordadoras identificaron los distintos tipos de productos que elaboran, clasificados según su función. Entre los productos de uso comunitario se encuentran los sudarios, ropa para santos, vestidos para el Niño Dios, prendas para la Virgen y estandartes. En cuanto a los bordados por encargo, mencionaron principalmente servilletas y pañuelos. Para el uso personal, señalaron prendas como blusas, hipiles, rebozos, ternos, fundas, sábanas, aretes y bolsas. También producen artículos destinados a la venta, como guayaberas, manteles y diversos accesorios. Aproximadamente la mitad de los bordados elaborados son para comercialización. Esta variedad de piezas refleja el vínculo cultural y funcional que el bordado mantiene con la comunidad, tanto en la vida cotidiana como en las prácticas ceremoniales.

A lo largo del proyecto se documentaron un total de 38 puntadas diferentes en los doce municipios participantes. En el caso de Oxkutzcab, las bordadoras mencionaron varias técnicas realizadas a mano, como el "al revés chuuy", el "punto de tambor" y el "punto francés". También identificaron puntadas hechas a máquina, como el "calado" y el "sombreado", y técnicas que combinan ambos métodos, como el punto de ojal o "diente de perro". Esta diversidad da cuenta de la habilidad y adaptabilidad de las bordadoras para mantener y renovar su oficio.

Las participantes señalaron que en Oxkutzcab la transmisión del Bordado Maya Yucateco ocurre principalmente en el entorno familiar. Generalmente, las madres enseñan a sus hijas desde temprana edad. Este proceso intergeneracional es esencial para la continuidad del bordado como patrimonio cultural. Las bordadoras mencionaron además que muchas de ellas participan activamente en la enseñanza del bordado a las nuevas generaciones, asegurando así su preservación.

Durante los talleres, también se habló sobre cómo es que las prendas bordadas tienen un papel importante en el ciclo de vida comunitario y en las ceremonias tradicionales. Para las festividades religiosas, se elaboran elementos como bandas, estandartes, manteles, sudarios, ternos y trajes bordados. En eventos como nacimientos, bautizos, bodas y funerales, se utilizan principalmente hipiles, ropa bordada y ternos. De esta manera, el bordado funciona como un medio de expresión cultural que refuerza los valores y tradiciones mayas en momentos significativos de la vida.

Como parte del mapeo de actores, las bordadoras identificaron a proveedores, instituciones y otros agentes locales que intervienen en la producción, comercialización y promoción del bordado. Este ejercicio participativo les permitió ubicar actores clave, incluyendo espacios de venta y medios de transporte, y reconocer las relaciones que existen entre ellos. Esto facilita la planificación de estrategias colaborativas para la salvaguardia del arte textil en Oxkutzcab

Durante los talleres realizados en Oxkutzcab, se llevó a cabo un análisis participativo para identificar fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) relacionadas con el bordado. Entre las fortalezas se reconocieron la riqueza cultural de las puntadas, la transmisión intergeneracional de conocimientos y la existencia de un mercado interno, que, aunque limitado, mantiene la venta de los productos. Como oportunidades, se señalaron la posibilidad de crear redes de comercialización, organizar talleres formativos y realizar acciones para la promoción del bordado.

En cuanto a las debilidades, se mencionaron la alta migración, la escasa promoción, la falta de organización entre bordadoras y la ausencia de distinción clara entre bordados hechos a mano y a máquina. Dentro de las amenazas, se identificaron el desinterés de las nuevas generaciones por aprender el oficio, el plagio de diseños y la competencia del bordado mecanizado.

Como parte del análisis de acciones de salvaguardia, se propusieron estrategias orientadas a proteger y fortalecer el Bordado Maya Yucateco. Entre ellas se encuentra la organización de talleres para preservar las puntadas en riesgo de desaparición, la gestión de apoyos sociales para las bordadoras y sus familias, y la creación de vínculos entre el bordado y otras expresiones culturales, como la cocina tradicional. También se propuso realizar talleres intercomunitarios y residencias artísticas, con el fin de fomentar el intercambio de conocimientos y la colaboración entre comunidades.

En resumen, las medidas prioritarias del Plan de Salvaguardia en Oxkutzcab son: preservación y protección del bordado; visibilización y valorización; turismo, ventas y comercio justo; inclusión y políticas de género; educación y transmisión; y promoción y difusión. Estas medidas y las acciones asociadas buscan contribuir a la continuidad del bordado como símbolo de identidad y patrimonio cultural en la comunidad.

En el taller de modelo de negocios y finanzas básicas, las artesanas analizaron sus costos de producción y fijación de precios. Identificaron que el gasto fijo promedio fue de $1,085 y que las ganancias por prenda bordada oscilaban entre el 6% y el 19%. Esto indica que, en general, logran cubrir los costos unitarios de elaboración y obtener una ganancia moderada. También reconocieron que sus principales clientes son mujeres de comunidades cercanas, y que sus recursos clave son los materiales y su propio trabajo.

Durante el taller de masculinidades, se identificaron micromachismos encubiertos, expresados en la imposición sutil de roles tradicionales y la falta de reconocimiento al trabajo de las mujeres. Los participantes asumieron compromisos como educar con respeto y paciencia, mejorar la comunicación familiar, prevenir la violencia en el hogar y promover ambientes de convivencia pacífica. Asimismo, expresaron su voluntad de ser ejemplos positivos dentro de la comunidad.




Tahdziú

En los talleres de patrimonio cultural inmaterial, se identificaron diversos productos textiles elaborados mediante técnicas tradicionales de bordado. Estos productos fueron clasificados según su uso: comunitario, personal, para venta y colaboraciones. Entre los artículos más comunes elaborados por encargo y en colaboración se encuentran hipiles, guayaberas, servilletas, manteles, vestidos, fundas para almohadas, solapas bordadas, cinturones, bolsas, cubrebocas, lienzos decorativos y centros de mesa. Las prendas de uso comunitario incluyen estandartes gremiales, ropa para santos y manteles especiales. En cuanto a los productos personales, se mencionaron hipiles, blusas, guayaberas y pañuelos bordados, piezas que forman parte de la vestimenta local. Las participantes señalaron que la mayoría de las prendas bordadas que elaboran están destinadas a la comunidad, encargos o colaboraciones.

Respecto a las técnicas utilizadas, las bordadoras dominan tanto el bordado a mano como el realizado con máquina de pedal y máquina eléctrica. Entre las puntadas hechas a mano, destacaron el chuuy kab (bordado a mano) y el kabxokbil-chuy (hilo contado), una técnica que requiere precisión. En cuanto al bordado a máquina, mencionaron el alka chucky (pespunte), calado, macizo, renacimiento y sombreado. Estas técnicas forman parte de un conocimiento transmitido generacionalmente y continúan siendo aplicadas en la actualidad para crear patrones complejos y detallados.

Durante el taller, las bordadoras compartieron información sobre la transmisión del bordado maya yucateco en Tahdziú. Indicaron que más de la mitad de ellas enseñan a otras personas, y que muchas aprendieron entre los 6 y los 10 años. Señalaron que el aprendizaje ocurre principalmente dentro del entorno familiar, entre madres, abuelas y niñas, lo que refleja un proceso de transmisión intergeneracional. Identificaron la presencia de al menos tres generaciones activas de bordadoras, lo que evidencia la continuidad del conocimiento en la comunidad.

Las participantes también expresaron que el bordado es parte integral de la vida cotidiana, así como de las ceremonias tradicionales y rituales más significativos en Tahdziú. Para estas ocasiones elaboran blusas, blusones, mantas, manteles, hipilitos, pañales, rebozos, servilletas, ternos y vestidos, destacando el papel central del bordado en la identidad local y en los momentos clave del ciclo de vida comunitario.

Finalmente, como parte del ejercicio de mapeo de actores, las bordadoras identificaron a los principales participantes en la producción y preservación del bordado. Este grupo incluye proveedores de materiales, entidades gubernamentales, iniciativas privadas y organismos internacionales. También reconocieron la importancia de los espacios de venta y el transporte como elementos fundamentales para la comercialización de sus productos. Estas redes de colaboración resultan clave para facilitar el acceso a insumos, sostener la producción y promover acciones orientadas a la salvaguardia del arte textil en la comunidad.

En el análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) sobre el bordado en Tahdziú, las bordadoras identificaron como fortalezas el dominio de técnicas tradicionales, el reconocimiento del bordado como una práctica ancestral, las habilidades creativas e innovadoras que poseen, así como su participación en la enseñanza del oficio. Entre las oportunidades señalaron el acceso a materiales y herramientas, como máquinas de bordado a través de apoyos externos, el aumento de espacios para adquirir insumos y la posibilidad de promover una comercialización justa de sus productos.

Sin embargo, también se mencionaron importantes debilidades, como la ausencia de tiendas locales para la compra de materiales, las limitaciones en el uso de tecnologías y redes sociales para promover ventas, la falta de organización entre las bordadoras y la escasa disponibilidad de programas de apoyo. Entre las amenazas, destacaron la competencia con productos bordados a máquina o de manera industrial, los cuales suelen ser más económicos y de menor calidad.

En cuanto al análisis de acciones de salvaguardia, se propusieron estrategias orientadas a preservar y fortalecer la tradición del bordado en la comunidad. Entre las acciones prioritarias se encuentran la creación de talleres comunitarios para la transmisión de técnicas a nuevas generaciones, la documentación de puntadas tradicionales y la realización de concursos y exposiciones que contribuyan a visibilizar el trabajo de las bordadoras. También se propuso establecer apoyos económicos y sociales, que incluyan acceso a materiales, capacitaciones y canales de comercialización más eficaces para garantizar la sostenibilidad de la práctica cultural.

Durante los talleres de negocios y finanzas, se identificó que el gasto fijo promedio fue de $725 y que el ingreso promedio puede alcanzar los $2,000. En algunos casos, las ganancias por producto llegaron al 50% del costo unitario, aunque también se reportaron pérdidas cuando el costo de elaboración superó el precio de venta. Las principales compradoras son mujeres de comunidades cercanas, y los recursos más importantes identificados por las participantes son sus materiales, herramientas y el trabajo invertido en cada pieza.

En los talleres de masculinidades, se observó una mayor presencia de micromachismos coercitivos, expresados en conductas que limitan la autonomía de las mujeres en ámbitos domésticos y económicos. Ante esta situación, los hombres participantes asumieron compromisos como organizar de forma equitativa las tareas del hogar, ser más empáticos con las necesidades de sus familias, asumir responsabilidades tanto económicas como emocionales, y contribuir al fortalecimiento de un ambiente de armonía en el entorno familiar.




Teabo

En Teabo, durante los talleres sobre patrimonio cultural inmaterial, las bordadoras clasificaron sus prendas según el uso que les dan: comunitario, personal, por encargo y para venta. Entre los productos comunitarios se identificaron sudarios, estandartes gremiales, ternos, vestidos para el Niño Dios y ropa para santos, los cuales se emplean principalmente en ceremonias religiosas. En cuanto a los productos de uso personal, se mencionaron blusas, hipiles, guayaberas, fustanes, vestidos, monederos y diademas. Los productos elaborados por encargo incluyen hipilitos y servilletas personalizadas. Finalmente, los productos destinados a la venta comprenden guayaberas, rebozos, vestidos, cubrebocas y otros artículos que permiten a las bordadoras generar ingresos. Las participantes señalaron que, aproximadamente, la mitad de los bordados que realizan se destinan al uso personal, mientras que la otra mitad corresponde a productos elaborados para la comunidad, por encargo o con fines comerciales.

Las bordadoras de Teabo identificaron diversas puntadas que realizan tanto a mano como a máquina. Entre las técnicas manuales más utilizadas se encuentran el “Chuuy kab” o bordado a mano, el “Mol mis” conocido como huella de gato, y el “Xokbilchuuy” o punto de cruz, una de las más representativas de la región. Las puntadas elaboradas a máquina incluyen calado, macizo, rejilla y sombreado. Estas técnicas reflejan un conocimiento amplio y transmitido de generación en generación, que requiere habilidad y experiencia.

Respecto a la transmisión del bordado, las participantes compartieron que este conocimiento se transmite principalmente dentro del entorno familiar, donde las madres y abuelas tienen un papel fundamental como maestras. Todas las bordadoras indicaron que, además de bordar, enseñan a otras personas. Desde edades tempranas, las niñas aprenden las técnicas básicas observando y practicando junto a mujeres mayores. Esta transmisión es en su mayoría oral y práctica, lo que permite conservar tanto las técnicas como los valores culturales asociados a la práctica del bordado.

El bordado en Teabo está profundamente vinculado a las ceremonias tradicionales, especialmente aquellas relacionadas con el ciclo de vida. Las prendas bordadas son elementos esenciales en nacimientos, bautizos, matrimonios y funerales, donde tienen un papel simbólico y cultural. Entre los productos que se elaboran para estas ceremonias y festejos religiosos se encuentran estandartes, guayaberas, huipiles, hipilitos, manteles, paliacates, ropa bordada, sudarios, servilletas, ternos y tocados.

¿Para ti qué es el patrimonio cultural inmaterial?

Cultural, ellos nos han enseñado que es lo que nos dejan nuestros ancestros, padres, abuelos, mamá y además de eso, todo lo que viene siendo el foco de atención. Pero no sé ni cuántos puntos. No sé qué se descubrió en Chichén Itzá. No sé. Todo es exactamente la historia.

A través del mapeo participativo realizado por las bordadoras durante los talleres, se identificaron los actores clave que intervienen en la cadena de valor del bordado en Teabo. Entre ellos se encuentran los proveedores de materiales, principalmente hilos y telas, que en su mayoría se localizan en Mérida. También se reconocieron instituciones gubernamentales con un papel importante en la promoción y financiamiento de proyectos de salvaguardia, así como organismos internacionales que contribuyen al fortalecimiento del bordado como patrimonio cultural inmaterial. Además, se mencionó a los bancos como actores relevantes, ya que podrían facilitar servicios financieros dentro del municipio.

Otro ejercicio realizado fue el análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) del Bordado Maya Yucateco en Teabo. Entre las fortalezas se destacaron el arraigo cultural de la práctica, la transmisión intergeneracional de conocimientos, la diversidad de técnicas, la calidad de los productos, la armonía y organización entre las bordadoras, así como una competencia considerada saludable. En cuanto a las oportunidades, se señalaron la elaboración de un catálogo de puntadas, el aprendizaje de nuevas técnicas de confección, la transformación de prendas ya elaboradas, el acceso a nuevos mercados, la promoción a través del turismo cultural y la creación de marcas locales. Las debilidades identificadas incluyen la falta de organización entre algunas bordadoras, la limitada promoción de sus productos, la escasa disponibilidad de materiales, el poco acceso a convocatorias y el desconocimiento del uso de tecnologías digitales. Finalmente, entre las amenazas se mencionaron el plagio de diseños, el desinterés de las nuevas generaciones y barreras culturales como el machismo.

Como parte del análisis de acciones de salvaguardia, se identificaron en los doce municipios un total de 168 medidas destinadas a proteger y fortalecer el Bordado Maya Yucateco. En Teabo, estas acciones incluyen la documentación de técnicas y productos, la implementación de programas educativos para la transmisión de saberes a nuevas generaciones y la promoción del trabajo de las bordadoras en ferias y plataformas digitales. También se propusieron estrategias para fortalecer la organización entre bordadoras, la creación de centros culturales y espacios de venta, así como campañas de sensibilización para revalorizar el papel del bordado en la comunidad. En resumen, las medidas más relevantes del plan de salvaguardia en Teabo son: preservación y protección del bordado, visibilización y valorización, turismo, ventas y comercio justo, inclusión y políticas de género, educación y transmisión, y promoción y difusión. Estas acciones tienen como objetivo garantizar la continuidad del bordado como parte del patrimonio cultural inmaterial de Yucatán.

En los talleres de modelo de negocios y finanzas básicas, se identificó que el gasto fijo promedio fue de $731.40 y el ingreso fijo promedio de $1,500. Al revisar los precios de venta de sus bordados, se estimó una ganancia promedio por producto del 17%, lo que indica que logran cubrir sus costos unitarios y obtener una pequeña utilidad. Las bordadoras también observaron que sus principales clientas son mujeres de comunidades cercanas a Teabo. Entre sus recursos más relevantes se encuentran los materiales que utilizan y su propio trabajo artesanal.

¿Después de todos los talleres, las bordadoras de Teabo valoran más su trabajo?

Aprendimos también que nosotros solo trabajamos como usted dice, y no nos damos cuenta del costo de cada material que nosotros utilizamos y no nos damos cuenta de lo importante que es el tiempo que le dedicamos al trabajo. Sí. Entonces lo que te hace pensar, tal vez yo no estoy cobrando el tiempo que le estoy dedicando al trabajo, o no estoy cobrando el material, o lo que le estoy invirtiendo en aprender.

Mediante el Taller de Masculinidades en Teabo, se identificó que los micromachismos utilitarios se manifiestas en el municipio a través de la naturalización del trabajo doméstico femenino y la falta de apoyo activo por parte de los hombres. Los compromisos asumidos, por los hombres que participaron, incluyeron ayudar en tareas básicas del hogar como cocinar y limpiar, valorar y apoyar emocionalmente a la pareja, mejorar la comunicación con los hijos, y promover actividades recreativas en familia. También se comprometieron a cambiar actitudes negativas y fomentar un ambiente de respeto y amor en el hogar.

¿Qué opinan las bordadoras de Teabo de los talleres de masculinidades?

Hombres, como siempre, como quien dice, como es un poblado muy chico y allá hay mucho machismo. Acá, ahorita, en estos talleres que estamos, que estamos viendo, estamos incluyendo niños y niñas.




Tekax

En Tekax, el Bordado Maya Yucateco se distingue por la elaboración de piezas con diseños complejos que reflejan la riqueza cultural de la región. Estas prendas se confeccionan mediante puntadas tradicionales transmitidas de generación en generación. Durante los talleres de patrimonio cultural inmaterial, las bordadoras identificaron como principales puntadas a mano el revés chuuy (punto cruzado), la cadena, el chuuy kab (bordado a mano), la costilla de león, el punto de trenza, el punto francés, el punto de cruz y el xmanikté, entre otras. Las puntadas que se realizan a máquina incluyen el alka chuuy (pespunte), el calado, el cortado o recortado, el macizo, las barritas, el alzado y el jaspeado. También se señaló que algunas puntadas, como la de fantasía, el punto de ojal y el diente de perro, pueden elaborarse tanto a mano como a máquina. Cada técnica requiere tiempo, práctica y conocimiento, consolidando el bordado como un oficio que conjuga paciencia, habilidad y tradición.

Respecto a la transmisión del Bordado Maya Yucateco en Tekax, las bordadoras comentaron que esta se da principalmente dentro del ámbito familiar, con madres y abuelas enseñando a hijas y nietas desde edades tempranas, entre los 6 y los 15 años. Esta enseñanza ocurre de forma oral y práctica, lo que permite mantener vivas las técnicas y conocimientos asociados al bordado.

El bordado en Tekax acompaña a las personas a lo largo de las diferentes etapas de su vida, y tiene una presencia significativa en las ceremonias y celebraciones comunitarias. En eventos como nacimientos, bautizos, primeras comuniones y bodas, las artesanas elaboran baberos, camisas, guayaberas, huipiles, pañales, ropa bordada, sábanas, ternos, tocados y zapatos. En festividades religiosas como las de los gremios, la Santísima Cruz, la Virgen de Guadalupe y la Vaquería, confeccionan estandartes, manteles y servilletas bordadas, reafirmando el valor simbólico y cultural de esta práctica en la comunidad.

¿Qué es para ti el patrimonio cultural inmaterial?

Es seguir preservando nuestra cultura, nuestra raíz, nuestra lengua y transmitírselo a las nuevas generaciones, que ese es nuestro futuro. Y esa es una manera de cómo preservar nuestra cultura, nuestro bordado, que es lo más importante, claro, la lengua igual. Es seguir conservando todo lo que lo que nosotros traemos.

En el mapeo de actores elaborado en Tekax se identificaron los principales grupos involucrados en la salvaguardia del bordado. Las bordadoras destacaron a los proveedores de materias primas y herramientas como actores fundamentales para su labor. También señalaron que el gobierno municipal y estatal debe jugar un papel clave en la promoción de programas de apoyo económico y capacitación. Las instituciones educativas y organizaciones no gubernamentales fueron reconocidas por su relevancia en la promoción de talleres y en la comercialización de los productos. Asimismo, identificaron a los espacios de venta como actores esenciales para el desarrollo y sostenibilidad de su trabajo como bordadoras.

Durante otro ejercicio, se identificaron las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas (FODA) del Bordado Maya Yucateco en Tekax. Entre las fortalezas, se subrayó el apoyo y la unidad entre las bordadoras, la continuidad de la práctica con nuevas generaciones aprendiendo, el conocimiento de una gran variedad de puntadas y la diversidad de productos elaborados. También destacaron que pueden adquirir materiales en la propia localidad. Como oportunidades, mencionaron el creciente interés por los productos artesanales, el impulso al turismo, la posibilidad de certificarse como instructoras y la inclusión del bordado en la educación primaria. En cuanto a las debilidades, identificaron la falta de valorización de su experiencia, la ausencia de producción local de algodón, dificultades para calcular costos unitarios y la escasez de mercados para comercializar sus productos. Las amenazas incluyeron el desconocimiento del bordado típico por parte de los clientes, la competencia con el bordado digital y las prendas sublimadas, el bajo flujo turístico y el riesgo de pérdida del conocimiento tradicional.

En el análisis de acciones de salvaguardia, se propusieron estrategias específicas para fortalecer el bordado en Tekax. Las bordadoras sugirieron la organización de talleres sobre técnicas tradicionales y contemporáneas, la creación de espacios de venta exclusivos, y programas de documentación y registro de saberes. También se planteó la inclusión del bordado en programas educativos y culturales, así como la generación de alianzas con otras organizaciones para mejorar los canales de comercialización y el reconocimiento del trabajo artesanal. Las medidas más relevantes del Plan de Salvaguardia en Tekax se centran en: la preservación y protección del bordado, la visibilización y valorización, el turismo, ventas y comercio justo, la educación y transmisión, y la promoción y difusión. Estas acciones buscan mantener el Bordado Maya Yucateco como Patrimonio Cultural Inmaterial y fortalecer su valor cultural y económico en la región.

Durante los talleres de modelos de negocio y finanzas básicas, se identificó que el gasto fijo promedio fue de $1,726.25 y el ingreso fijo promedio de $2,416.67. Las bordadoras calcularon que el margen promedio de ganancia por producto fue del 32%, lo cual indica que han logrado establecer precios adecuados para cubrir sus costos y obtener un beneficio. También reconocieron que sus principales clientas son mujeres provenientes de comunidades cercanas, y que sus recursos más importantes son los materiales y su propio trabajo como artesanas.

¿Después de todos los talleres, las bordadoras de Tekax valoran más su trabajo?

Pues en el grupo este de artesanos, donde estamos cambió mucho porque antes de esos talleres nosotros no sabíamos exactamente qué, qué precio darles a nuestras prendas. Nosotros trabajamos, bordamos y al final nos ponemos a pensar en cuánto voy a vender esta prenda. Si lo doy en 1.000 ay como que está caro. No creo que mejore en 800. O sea, mal vendíamos nuestro trabajo, no sabíamos realmente el valor, nuestro trabajo, de nuestras horas de trabajo. Incluso ha habido estos momentos que sacrificamos hasta horas de la noche con tal de cubrir un encargo que nos hacían, y al final pues la clienta nos preguntaba cuántos y le decíamos tanto, la clienta feliz, porque a lo mejor ella sí estaba consciente de realmente cuánto cuesta y nosotras no. Entonces, cuando nosotros tomamos los talleres con ustedes y nos dijeron no es que tanto de esto, tanto de lo otro, que sus horas de trabajo y nosotras nos quedamos impactadas. Y nosotras dijimos hemos estado regalando nuestro trabajo y a partir de ahí nosotras tomamos conciencia y aprendimos de ustedes. Nos enseñaron de cómo valorar, de cómo dar el precio a nuestras prendas.

Durante los talleres de masculinidades en Tekax se presentaron micromachismos de crisis, con resistencias hacia la equidad en roles familiares. Los participantes asumieron compromisos como valorar el trabajo doméstico, evitar conductas machistas, ser más expresivos emocionalmente, apoyar en las labores del hogar y fomentar la equidad en las responsabilidades familiares. Además, se comprometieron a transmitir los aprendizajes del taller a otros miembros de la comunidad y apoyar el desarrollo emocional de sus hijos.

¿Qué opinan las bordadoras de Tekax de los talleres de masculinidades?

Sí, es muy importante este igual este tema. Si escuchamos algo, algo de esos talleres, pero como iba, iba más enfocado a los varones, verdad. Pero escuchamos algo y la verdad sí fue algo productivo, porque ya ve que en nuestro medio existe mucho lo que es el machismo. Entonces hay hombres que no le permiten a las mujeres bordadoras salir a vender sus prendas porque por lo mismo no, ellos dicen no, es que tú no tienes necesidad de salir, yo, yo te estoy manteniendo y todo. Pero eso de mantener, a la mujer no le alcanza para poder llevar el día con sus hijos. Entonces por eso las mujeres a veces, sobre todo las artesanas, tienen esa necesidad de bordar y salir a vender sus productos, verdad. Entonces, ahí es donde el hombre juega el papel de marido machista. Sin embargo, hay muchas mujeres que se han rebelado. Entonces, en ese taller me enteré de que varios maridos se asombraron cuando escucharon cuánto le debían de pagar a su esposa mensualmente por todo el trabajo que hacen las mujeres en todo el mes. Prácticamente nos salen a deber.




Tekit

Durante los talleres de patrimonio cultural inmaterial, las bordadoras realizaron ejercicios para identificar y clasificar sus productos según su función. En Tekit, los artículos bordados fueron organizados en cuatro categorías: uso comunitario, por encargo, uso personal y para la venta. Señalaron que aproximadamente una tercera parte de sus bordados se destina al uso personal, mientras que las dos terceras partes restantes corresponden a encargos, productos para la comunidad y para la venta.

Dentro de los productos de uso comunitario se incluyen estandartes de gremios, manteles y vestimenta para figuras religiosas. Entre los artículos elaborados por encargo se mencionaron zapatos, sábanas, tortilleros, trajes de baño y fundas. Para uso personal identificaron prendas como hipiles, guayaberas, ternos, blusas, mandiles, pantalones y manteles. Finalmente, entre los productos destinados a la venta señalaron porta celulares, camisas, batas, huipiles, blusas y monederos. Esta variedad de artículos refleja tanto las necesidades culturales de la comunidad como las oportunidades de generación de ingresos para las bordadoras.

En cuanto a las técnicas utilizadas, se documentaron en total 38 puntadas a lo largo de los 12 municipios del proyecto: 24 realizadas a mano y 10 a máquina. En Tekit, entre las técnicas manuales más destacadas se encuentran el Chuuy Kab, costilla de ratón, punto de tambor y punto de cruz doble. En el caso del bordado a máquina, se identificaron puntadas como calado, macizo, rejilla, sombreado y pespunte. Esta diversidad técnica pone en evidencia la riqueza y complejidad del Bordado Maya Yucateco en la región.

Sobre la transmisión del conocimiento, las bordadoras comentaron que este proceso ocurre principalmente en el seno familiar, donde madres, tías y abuelas son las principales responsables de enseñar. La mayoría de las bordadoras actualmente también enseñan a otras personas. El aprendizaje suele comenzar entre los 6 y los 15 años y se consolida con la práctica constante. Esta transmisión intergeneracional es clave para la continuidad de las técnicas y fortalece el sentido de identidad cultural entre las nuevas generaciones.

¿Qué es para ti el patrimonio cultural inmaterial?

Para mí el patrimonio es una herencia, yo creo que es una de las palabras que podremos utilizar, una herencia. Pero antes que nada creo que es un conocimiento que nos dejan nuestros antepasados, abuelas, mamás y papás y pues es parte de nuestra identidad. Es un legado de memoria para mí.

Otra parte importante de las actividades que las artesanas realizaron fue la de hacer un mapa de actores, donde identificaron los principales participantes en la cadena del bordado en Tekit. Los actores clave incluyen proveedores de materiales, instituciones gubernamentales, organismos internacionales y actores de la iniciativa privada. Este análisis les permitió visualizar a los colaboradores que influyen en la producción y comercialización del bordado, así como los recursos disponibles para su fortalecimiento.

En el ejercicio del análisis FODA, las bordadoras identificaron las fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas del Bordado Maya Yucateco en Tekit. Entre las principales fortalezas destacaron las habilidades especializadas de las bordadoras, la transmisión intergeneracional del conocimiento y el reconocimiento del municipio como productor de guayaberas. Las oportunidades señaladas incluyen el uso de redes sociales para ampliar mercados, la formación de colectivos y la participación en eventos de promoción.

Sin embargo, también se identificaron debilidades, como la falta de organización formal entre las bordadoras y la dependencia de intermediarios para la comercialización de sus productos. Entre las amenazas mencionaron la competencia del bordado digital, así como los altos costos asociados a la participación en ferias y exposiciones.

Como parte del análisis de acciones de salvaguardia, se propusieron estrategias centradas en la documentación, valorización y revitalización del bordado. Entre las acciones planteadas se encuentran la elaboración de manuales técnicos, el fortalecimiento de colectivos, la promoción de ferias comerciales y la incorporación de talleres de bordado en escuelas y espacios comunitarios. Estas medidas buscan preservar el Bordado Maya Yucateco como Patrimonio Cultural Inmaterial y asegurar su transmisión a las futuras generaciones.

Durante los talleres sobre modelo de negocios y finanzas básicas, se identificó que el gasto fijo promedio fue de $527.50 y el ingreso fijo promedio de $3,140. Además, se observó que el bordado representaba el 100% del ingreso variable. Las participantes notaron que obtenían ganancias después de cubrir los costos de elaboración, lo que indica que los precios de venta estaban correctamente estimados. También concluyeron que sus principales clientas eran mujeres de su misma comunidad o de localidades cercanas, y que sus recursos más importantes eran los materiales utilizados y su propio trabajo como bordadoras.

¿Después de todos los talleres, las bordadoras de Tekit valoran más su trabajo?

Claro que sí, porque yo creo que antes ellas sólo trabajaban por trabajar. No sabían ni de la historia, no sabían qué era el bordado, ya solo trabajaban para mantener a su familia. Pero yo creo que ahora sí lo valoran, porque todos los talleres nos han enseñado de diferentes temas, ya sea lo que es finanzas y ponerle precios. Pero sobre todo nos han enseñado la historia de nuestro bordado, desde dónde viene, cuál es la raíz, cuál es el trabajo que han estado viviendo las otras generaciones. Y pues a través de todo lo que nosotros hemos aprendido, les hemos platicado a ellas y ellas se asombran porque antes no, no conocían de eso, ahora sí aprenden a valorar los muestrarios que tienen en casa de sus papás, de sus mamás, de sus abuelas. Ya lo traen y dicen wow, mira lo que hacía mi abuela. Como que valoran más, un poquito más. La historia del trabajo, de su familia. No solo es el trabajo de los mayas, por así decir, sino que lo que tienen en casa ya lo tienen como una reliquia. Es su patrimonio, porque a veces puedes tener el muestrario así, no lo tienes, pero se pierde porque el conocimiento no lo tiene. No sabes cómo está hecho. Este es como un recuerdo, y ya cuando tú como que descubres cómo está hecho, pues empiezas a valorar. Ahí empiezas a descifrar cómo vivían tus antepasados. Y como eres.

Hablar de dinero, de economía no es fácil, ¿verdad? Porque uno solo hace su trabajo y pues más o menos calcula lo que cuesta y toma nada más como que recuperas lo que es el material de trabajo, pero pues no tienes una entrada, no tienes como que administrar o nada. En cambio, ahora ya sabemos cuánto cuesta la tela, el hilo, la corriente, el internet, el diseño, la pintura, todo, todo, todo. Y pues ya más o menos calculamos cuánto es lo que cuesta y lo que cuesta la mano de obra, el trabajo, las horas. O sea, ya, ya ni nos pagamos, ¿verdad? Lo hacemos y ni nos pagamos el bordado. O sea, no sabemos cuánto nos vamos a cobrar a nosotras mismas. Y ahora pues sacamos la cuenta de todo. Y a veces es mucho más de lo que nosotros vendemos. O sea, es mucho más de lo que lo que hicimos y lo vendemos muy bajo. Ni la mitad le cobramos porque tenemos pena o algo así. Pero ahora siento que ya tenemos como que una idea de más o menos administrar todo, desde comprar la prenda, el pasaje de ir a comprar, el tiempo de ir a comprarlo hasta terminar la prenda y hasta ir a venderlo y todo eso es lo que vas a comer y todo. Pues ya tenemos como que una organización en todo, en todo el proceso de vender una prenda. Imagínate en vender todo, o sea toda la organización de una pequeña microempresa para una familia y también para un colectivo, que si nos vamos a juntar, que si nos vamos a ir allá, que comida para acá. Pero si, ya tenemos más idea.

Durante los talleres de masculinidades Tekit se identificaron micromachismos encubiertos, relacionados con actitudes condescendientes y la falta de igualdad en la toma de decisiones. Los compromisos asumidos, de los hombres que participaron, incluyeron apoyar en las labores del hogar, valorar el trabajo de las mujeres, reflexionar sobre el machismo, mejorar la comunicación familiar y fomentar un ambiente equitativo. También se comprometieron a ser modelos masculinos positivos y a reflexionar sobre sus privilegios de género.

¿Qué opinan las bordadoras de Tekit de los talleres de masculinidades?

La verdad a mí me parece muy bien, porque yo creo que a todas las mujeres les pasa. Yo no estoy casada. Pero pues sí es importante porque los hombres a veces no dejan a las esposas ir a trabajar. Por ejemplo, cuando hicimos La Catrina, en donde participamos y todo eso. Teníamos que ir en la noche a trabajar y a veces nos íbamos a las ocho y terminábamos a la una y algunos esposos pues apoyaban, les marcaban y venían por las chicas, por las mujeres. No había como que problemas con eso. Nada más que les den su cena a los niños y a los esposos. Pero yo veía mucho apoyo de los esposos porque de hecho nos iban a comprar el material ya muy de noche. Pero creo que sí son conscientes del trabajo de sus esposas, que también es importante y es una oportunidad también para ellas. Yo creo que es el arte que ellas no expresan y pues la oportunidad que los esposos les dan a las chicas que están en el grupo. La verdad es muy buena.




Valladolid

Durante los talleres de patrimonio cultural inmaterial, se realizaron ejercicios para identificar y clasificar los productos textiles bordados en Valladolid, según su función: comunitaria, por encargo, de uso personal y para venta. Las bordadoras señalaron que aproximadamente la mitad de sus bordados son para uso personal, mientras que la otra mitad se destina a la venta. Entre los productos de uso comunitario se mencionaron estandartes gremiales, manteles y vestimenta para figuras religiosas. Para los encargos específicos destacaron zapatos, sábanas, uniformes y fundas. En el ámbito personal identificaron hipiles, guayaberas, ternos, blusas y manteles; y entre los productos destinados a la venta se incluyeron portavasos, caminos de mesa, separadores para libros, ropa para muñecas y monederos. Estos productos reflejan tanto las necesidades culturales de la comunidad como las oportunidades económicas que ofrece el bordado.

En relación con las técnicas utilizadas, se registraron un total de 38 puntadas en los 12 municipios participantes, de las cuales 24 son manuales y 10 se realizan con máquina. En Valladolid, las puntadas manuales más representativas incluyen el Al revés chuuy (punto cruzado), el Chuuy kab (bordado a mano), el Magueyó (bordado con henequén) y el Xokbilchuuy (punto de cruz). Entre las puntadas a máquina se mencionaron el Ximbachuuy, el relleno, sombreado, calado y macizo.

Durante los talleres, las bordadoras también reflexionaron sobre cómo se transmite el Bordado Maya Yucateco. Coincidieron en que este conocimiento se transmite principalmente en el ámbito familiar, donde mujeres mayores —madres, tías y abuelas— enseñan las técnicas a las nuevas generaciones. Además, destacaron el papel del bordado en las ceremonias tradicionales que marcan el ciclo de vida en la cultura maya. Durante el nacimiento, se elaboran pañales y prendas especiales para los recién nacidos; en la adultez, las prendas bordadas son parte fundamental de bodas y otras festividades; y al final de la vida, los sudarios bordados acompañan a los difuntos, reflejando la relevancia simbólica del bordado en cada etapa de la vida.

¿Qué es para ti el patrimonio cultural inmaterial?

Pues es lo que nos dejaron nuestros antepasados. Ya pues, antiguamente, hay muchas personas que en el camino me han dado enseñanzas, varias puntadas. Al principio pues yo ni quería aprender, pero pues propiamente en las escuelas, cuando estudiaba era de: “mira, tienes que hacer manualidades, hay que entregar una manualidad a fin de año, hay que hacer esto”, y pues de ahí también fui aprendiendo lo que son puntadas a mano, ya sea macizo y todo eso, y varios de ellos han ido dejando como que una semillita y eso vamos trabajando. Con mi mamá yo decía ¿para qué voy a aprender eso?, pero pues ya luego vuelvo y digo pues es que nosotros siempre hacemos nuestra propia ropa, nuestro hipil y pues con eso hay que irlo realizando y es una tradición desde pequeñitos. Al principio algunas decían no, es que no es así, y le decimos bueno, en nuestro caso en donde vivimos así lo hacemos, o sea, desde que nacemos, el bordado existe. Ósea, pañales que hipiles y hay que realizar muchas ropitas, porque a veces no hay para comprar, solo se compra tela.

Durante los talleres, las bordadoras elaboraron un mapa de actores para identificar a los participantes clave en la cadena de producción y salvaguardia del bordado. Entre estos actores se encuentran los proveedores de materiales, las instituciones gubernamentales, los gobiernos municipales, diversas organizaciones y los servicios bancarios, considerados indispensables en esta cadena. Este ejercicio de mapeo participativo permite a las comunidades visibilizar a todos los involucrados y establecer redes de colaboración.

En el análisis FODA, se identificaron varias fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas relacionadas con el bordado en Valladolid. Entre las fortalezas destacaron la creatividad en los productos, la colaboración entre artesanas, el orgullo de portar el hipil, la participación de hombres en el bordado y la durabilidad de las piezas. Las oportunidades se centraron en la participación de jóvenes en áreas como mercadotecnia, comercio y diseño; el uso de la ropa tradicional en las escuelas; el aprovechamiento de tecnologías para ventas; la difusión de historias culturales y el turismo. Sin embargo, también se señalaron debilidades como la falta de valoración cultural y económica del bordado, problemas de salud derivados de la actividad, y el desconocimiento de los gastos reales en la elaboración de una prenda. Entre las amenazas se mencionaron la pérdida de la transmisión intergeneracional, la competencia con productos externos y la discriminación asociada al uso de vestimenta tradicional.

Como parte del análisis de acciones de salvaguardia, se propusieron diversas medidas para proteger y promover el Bordado Maya Yucateco. Estas incluyen la documentación de puntadas, talleres de capacitación, promoción mediante políticas públicas y difusión cultural en medios locales y turísticos. En resumen, las medidas priorizadas por la comunidad de bordadoras en Valladolid abarcan: documentación e investigación, preservación y protección del bordado, visibilización y valorización, turismo, ventas y comercio justo, educación y transmisión, inclusión y políticas de género, y promoción y difusión. Las acciones fueron definidas colectivamente, garantizando su pertinencia con las necesidades locales.

Durante los talleres de modelo de negocios y finanzas básicas, las bordadoras calcularon que el gasto fijo promedio fue de $1,322.33, mientras que el ingreso fijo promedio ascendió a $3,140. Determinaron que la ganancia promedio por producto fue de aproximadamente 23%, lo que indica que están fijando adecuadamente sus precios. Sin embargo, se recomendó continuar revisando los costos unitarios y los márgenes de ganancia para asegurar una mejor contribución a la economía familiar. También identificaron que sus principales clientes son mujeres de la comunidad y de localidades cercanas, y que sus recursos clave son los materiales de trabajo y su propio conocimiento y experiencia como bordadoras.

En los talleres de masculinidades realizados en Valladolid, se identificaron micromachismos coercitivos que limitan la participación de las mujeres en roles no tradicionales. Los hombres que participaron asumieron compromisos como dedicar más tiempo a la familia, apoyar en las tareas domésticas, valorar el trabajo del hogar y mejorar la comunicación en el entorno familiar. Estos compromisos buscan fortalecer la convivencia y promover el respeto mutuo entre los miembros del hogar.

¿Qué opinan las bordadoras de Valladolid de los talleres de masculinidades?

Supe que igual no hubo mucha participación en la comunidad, sin embargo, porque siguen con esa idea de que: “ay es que solo vienen a hablar de no sé qué”. No lo dicen porque por, pues eso, el prejuicio más que nada. Y decir y más que nada pues. O sea, esa palabra (el machismo) no se dice en casa, ya prácticamente no se dice porque no. Sin embargo, en donde estudié en la universidad, obviamente tratamos ese tipo de temas y pues en mi caso he ido viendo esa parte de que hay que cambiar un poco de ideas y todo eso. Sin embargo, a los hombres plantarles esa idea ha sido un poco más difícil por lo mismo. Sin embargo, ha habido más mujeres que pues se van a trabajar, o ahorita ya hay muchas que utilizan más la moto y pues lo ven normal, aunque hay algunas personas que no. Sin embargo, ya la mayoría de la gente lo ve como algo normal. Exacto, pues. Ojalá y siga habiendo esos, porque incluso aún hay como unos muchachos que sí aprenden a abordar. Sin embargo, pues que se den a conocer a veces es muy difícil.



Hallazgos

Patrimonio Cultural Inmaterial - PCI
Ciclo de vida y ceremonias

Durante los talleres, las participantes identificaron distintas celebraciones que conforman el ciclo de vida comunitario y señalaron su vínculo con la elaboración y uso de prendas bordadas. Se exploró la frecuencia con la que se realizan estas festividades en los distintos municipios, lo cual permitió identificar los contextos en los que el bordado tiene mayor presencia. Entre los eventos más mencionados estuvieron bautizos, bodas, festividades religiosas y otras ceremonias significativas.

El ejercicio permitió analizar la relación entre tipos de prendas y los eventos del ciclo de vida. Por ejemplo, se observó que los hipiles son comunes en los bautizos, mientras que los ternos se usan durante las bodas o fiestas patronales, y los sudarios en rituales funerarios. Esto permitió comprender cómo y cuándo se utilizan las prendas bordadas, proporcionando una visión integral de su función cultural y social.

Además, se consultó a las bordadoras sobre la frecuencia con que se realizan distintas ceremonias tradicionales. A partir de sus respuestas, se documentaron las prendas más asociadas a cada celebración. Por ejemplo, los ternos o vestidos se vinculan especialmente con los gremios; los hipiles, con las vaquerías; y los manteles, con las celebraciones de nacimiento.

Esta información permitió identificar patrones en el uso ceremonial del bordado, destacando las prácticas particulares de cada comunidad y su relación con los momentos significativos de la vida colectiva. Así, se construyó un panorama más detallado del valor cultural que las prendas bordadas tienen en los contextos rituales y cotidianos.




Transmision

Se llevo a cabo un ejercicio para identificar las características de la transmisión de saberes vinculados al bordado en las comunidades. En este ejercicio se hicieron hallazgos como el promedio de edad en que las asistentes iniciaron su aprendizaje relacionado con la práctica artesanal, y de quién aprendieron y a quienes transmiten estos conocimientos.

Según las respuestas obtenidas a este ejercicio, la edad promedio de introducción al bordado entre las participantes fue de 12 años y medio.

Aproximadamente, el 67.8% de las bordadoras participantes en este ejercicio a lo largo de los 12 talleres, se encuentran de alguna forma transmitiendo la práctica del bordado.

Del grupo de artesanas que formaron parte del ejercicio, se halló que la mayoría de ellas dio inicio a su aprendizaje en el bordado durante la segunda parte de la infancia, entre los 6 y 10 años, seguido de aquellas que iniciaron entre los 11 y 15 años.

Entre aquellas que aprendieron más jóvenes se pudo notar una influencia marcada de la familia directa en su instrucción, la cual se sustituye por la enseñanza de agentes externos o familiares secundarios en el caso de quienes aprendieron teniendo una mayor edad.

La mayor parte de las artesanas que integraron el ejercicio indicaron haber aprendido a bordar de un familiar directo (68.69%), representando esta categoría la mayor parte del estudio. En menor medida, se aludieron a familiares secundarios, agentes externos a la comunidad, miembros de estas mismas y otros.

La agrupación de casos de acuerdo al tipo de relación existente con aquellas que reciben actualmente la enseñanza del bordado es similar a la gráfica anterior, estando los familiares directos en el primer puesto, por delante de los familiares secundarios y los propios miembros de la comunidad.

De acuerdo con su relación o parentesco con las personas responsables de su aprendizaje, la mayor parte del aprendizaje al interior de los grupos de trabajo pareció ser responsabilidad de las madres, seguidos por otros familiares, como las abuelas y las tías.

Con respecto a la relación de las bordadoras con aquellas personas a quienes transmiten sus conocimientos de bordado, es posible darse cuenta de que predomina la instrucción de las hijas. La enseñanza a alumnas, mujeres no vinculadas familiarmente, representa el segundo grupo de mayor frecuencia.




Mapa de actores

En coordinación de los especialistas, las participantes a los talleres de Patrimonio Cultural Inmaterial realizaron ejercicios de mapeo participativo, actividad para referir a actores, aspectos, materiales y/o instituciones que, consideraron, podrían relacionarse a sus actividades como bordadoras.

El ejercicio se llevó a cabo mediante la implementación de diferentes categorías, como: proveedores de materiales, gobierno, iniciativa privada, organismos internacionales, entre otras.

Esta información fue, al igual que otros resultados, sistematizada para su análisis y representación posterior mediante diferentes formatos visuales.

En esta sección se presentan las menciones de categorías y conceptos de actores clave identificados con relación al bordado, durante la realización de los talleres.


Análisis FODA

Se registraron diferentes comentarios por parte de los asistentes alusivos a un análisis de fortalezas, oportunidades, debilidades y amenazas asociadas a sus actividades como artesanas dedicadas al arte textil.

En total, se anotaron 543 comentarios provenientes de los 12 municipios. De todos estos, el 36% correspondió a los registros clasificados como “oportunidades”, mientras que el 30% obedeció a las “fortalezas”. En menor medida, se añadió un 20% de “amenazas” y un 14% de “debilidades”.

En esta parte del documento se enlistan los principales comentarios de cada categoría, según el análisis crítico de los especialistas a cargo.




Puntadas identificadas

¿Cómo se siente de haber aportado al catálogo de puntadas?

Pues yo la verdad me siento muy contenta porque yo siempre decía que yo no sé nada, no soy nadie, ni nada. Y el hecho de que, de que digan no, pues estas puntadas que tú sabes valen mucho y el hecho de que los están conjuntando porque hay muchas puntadas que se están perdiendo. Entonces el hecho de que nosotras estemos enseñando a otros a mí me da alegría cuando alguien viene y me dice ya aprendí esta puntada, me llena de gozo, me llena de alegría y ser parte.

A partir de los saberes compartidos por las bordadoras en los talleres, se identificaron 36 tipos de puntadas distintas utilizadas en los doce municipios participantes. El municipio con mayor diversidad técnica fue Tekax, con 28 puntadas registradas, seguido por Abalá (23), Oxkutzcab y Maní (21 cada uno), y Valladolid (19), todos ellos por encima del promedio general, que fue de 16 puntadas por municipio.

Entre las técnicas más mencionadas destaca el Xokbilchuuy, también conocido como hilo contado o punto de cruz. Esta técnica tuvo presencia en todos los municipios y es reconocida por su capacidad para reproducir patrones geométricos complejos. Otra técnica ampliamente documentada fue el Macizo, o relleno, utilizada para cubrir completamente las áreas del diseño con diferentes tonos del mismo color, generando un efecto de matizado. Esta técnica comparte similitudes con el Chuuy kab o bordado a mano, también llamado punto de satín, que constituye una base tradicional para otros estilos más modernos.

El Sombreado, también referido como punto de sombra, fue otra puntada recurrente. Se caracteriza por delinear los bordes del diseño con un trazo fino y luego rellenar con líneas claras y espaciadas. Asimismo, el Renacimiento fue reconocido por su método de crear redes dentro del textil tras cortar la tela entre dos diseños, sobre las cuales se puede bordar.

El Calado y la Rejilla también fueron técnicas recurrentes. En el Calado, los cortes en la tela se bordean con puntadas firmes que crean efectos decorativos tipo ojal. La Rejilla, por su parte, consiste en tramas de hilos cruzados, similares a una telaraña, que pueden ser elaboradas a mano o con máquina.

Otras puntadas registradas incluyen el Al revés chuuy, Mol mis (huella de gato), Alka chuuy (pespunte), punto de ojal, Xka’aka’ap’éel (punto de cruz doble), y Xmanikté, esta última considerada endémica en algunas comunidades. Estas técnicas, tanto a mano como a máquina, reflejan la riqueza, variedad y profundidad cultural del Bordado Maya Yucateco, y constituyen un recurso valioso para su preservación y transmisión intergeneracional.



Productos

En los talleres, se identificaron los productos elaborados por la comunidad utilizando distintas técnicas de bordado. Estos productos se clasificaron según su uso en cada municipio (venta, comunitario, personal, o colaboración/encargo). El análisis demostró la cantidad de productos identificados y su distribución en diferentes localidades, así como el porcentaje correspondiente a cada utilización.

Se lograron identificar alrededor de 100 productos distintos, con un promedio de 35 en cada municipio, tratándose de Valladolid de la demarcación en el que se encontró una mayor cantidad de estos.

De acuerdo con su uso, en la mayoría de los municipios predomina la venta, siendo estos los casos de Abalá, Dzán, Hoctún, Izamal y Tekit, además de esto, el uso comunitario se destacó en Valladolid, Oxkutzcab y Teabo. Por otro lado, el uso por encargo y colaborativo fue mayoritario en Tahdziú.

Se enlistas todos los productos identificados a continuación, cabe aclarar que algunos de ellos pudieron haberse categorizado en más de una sola clase:



Modelos de Negocio y Finanzas - MNF
Casos analizados

Durante los talleres, se sistematizó una parte de los casos trabajados para registrar datos clave, lo que permitió realizar un análisis detallado. Por municipio, se analizaron de tres a cuatro casos específicos, correspondientes a productos comercializados tanto por colectivos como por bordadoras individuales. Estos ejercicios tenían como objetivo capacitar a las bordadoras para llevar a cabo el cálculo de costos de fabricación, venta y ganancia de sus productos. La información registrada incluyó el costo unitario, el número aproximado de piezas vendidas por producto y el precio de venta. En total se sistematizaron casos.



Gasto fijo

Durante los talleres, las bordadoras tuvieron la oportunidad de aprender a calcular los gastos fijos relacionados con su labor artesanal y de venta. Entre estos conceptos se incluyeron servicios como electricidad y agua, transporte para la entrega de productos, lavado de materiales, alimentación durante las jornadas de trabajo, y costos asociados al uso de celular e internet para la promoción y comunicación. Además, se contemplaron los gastos en limpieza de las áreas de trabajo, mantenimiento y adquisición de herramientas y equipos, así como en papelería para la gestión y organización de su negocio. El ejercicio se llevó a cabo con el fin de permitirles llevar un control más preciso de sus finanzas y optimizar el uso de sus recursos.

Entre la información sistematizada, se incluyeron los datos correspondientes a los gastos fijos reportados por las bordadoras. A partir de esta información, se pudo determinar el gasto fijo promedio de cada municipio.

El municipio donde se halló un promedio mayor de gasto fijo fue en Muna, en donde se encontraron valores por encima de la media general, al igual que en los casos de Tekax, Maní y Valladolid.


Precios de venta y costos unitarios

Durante las actividades, además de identificar los datos del gasto fijo, las bordadoras pudieron precisar los costos unitarios aproximados de sus productos y compararlos con los precios de venta respectivos. Esta comparación es crucial, ya que el costo unitario representa el gasto en producir cada unidad de producto, mientras que el precio de venta es el monto por el cual se comercializa cada unidad.

El costo unitario promedio general fue de, mientras que el precio de venta promedio fue de, lo que representa una diferencia positiva de, equivalente al del costo unitario. Aunque estos valores reflejan la media de los casos analizados, puede haber diferencias significativas al considerar el análisis por municipio o caso individual. Cada uno tiene particularidades que deben evaluarse adecuadamente para obtener una comprensión precisa.


Porcentaje de ganancia por producto

Con base en la información obtenida de los diferentes productos analizados durante el taller de Modelos de Negocios y Finanzas, se calculó el porcentaje de ganancia promedio de todos los productos sistematizados. Este cálculo se realizó comparando el costo unitario de fabricación con el precio de venta de cada producto. Se obtuvo un porcentaje de ganancia promedio del 10%. Sin embargo, los datos mostraron una amplia variabilidad, con un rango que va desde un -43% (indicando una pérdida) hasta un 32% (indicando una ganancia significativa). Este análisis refleja la diversidad de condiciones y estrategias comerciales presentes en las diferentes comunidades y subraya la importancia de personalizar las recomendaciones y estrategias de negocio para cada caso específico



Ingreso fijo y variable

Las actividades realizadas durante los talleres permitieron recopilar información sobre la economía de los hogares de los participantes, enfocándose específicamente en los ingresos fijos y variables estimados por ellos mismos.

El ingreso fijo promedio general, que incluye fuentes de ingresos regulares como salarios, pensiones o subsidios gubernamentales, se calculó en $3,140 mensuales en promedio. Por otro lado, el ingreso variable promedio general, que abarca ingresos no regulares como ventas esporádicas de productos bordados, trabajos temporales o cualquier otra fuente de ingreso ocasional, se estimó en $1,838 mensuales.

Los datos que se centraron en los conceptos de ingreso se categorizaron según sus características específicas. Se determinó que el apoyo a adultos mayores y el apoyo de familiares directos, como esposos y hermanos, representan la mayor fuente de ingreso fijo estimado para las asistentes. En cuanto al ingreso variable, este se concentra principalmente en tareas relacionadas con el bordado.

La sumatoria del ingreso variable por municipio se compuso principalmente de actividades como el bordado, tejido y diseño de productos textiles en la mayoría de los grupos analizados. En Tekit y Dzán, estas fueron las únicas actividades identificadas. En municipios como Tekax, Teabo, Tahdziú, Izamal, y Abalá, representaron un porcentaje significativo del total, como se muestra en la gráfica siguiente



Nuevas masculinidades - MSC
Prejuicios

El ejercicio de recuperación se realizó solicitándole a los asistentes el mencionar actitudes o aspectos que se entendieran socialmente como positivos o negativos en relación a los roles de género. Esto para localizar aquellas creencias o actitudes preconcebidas, que atribuyen ciertas características, roles o comportamientos específicos a hombres o mujeres. El fin era identificar construcciones sociales que pueden estar arraigadas en estereotipos culturales y tradiciones, los cuales pudieran estas contribuyendo a la perpetuación de desigualdades y discriminación de género.

La sistematización de estos datos se ha llevado a cabo por medio de etapas, empezando por su recuperación mediante los talleres, su transcripción, el análisis de los comentarios inventariados por parte de los especialistas a cargo y, finalmente, su análisis cuantitativo.

Cabe decir que la métrica aquí expuesta corresponde al registro de los comentarios realizados por participantes durante el desempeño de estas actividades, por lo que, no se trata de un análisis de los mismos a nivel de contenido o significación, sino que busca, principalmente, un recuento estadístico de la captura de datos.

Se registraron alrededor de comentarios para el análisis de prejuicios, de los cuales, hubo más de en los casos de los municipios de Tekax y Tekit, estando las demarcaciones de Valladolid, Hoctún, Oxkutzcab e Izamal por encima del promedio general de comentarios por grupo de trabajo.

Como parte de las actividades en taller, los asistentes ordenaron los comentarios planteados en 4 ámbitos, mismos que corresponden a los aspectos que asumieron como positivos y negativos dentro de los ambos roles de género tradicionalmente preconcebidos.



Machismos cotidianos

Los asistentes a los talleres enumeraron comentarios con relación a las manifestaciones sutiles y cotidianas de comportamientos, actitudes o comentarios que, aunque pudieran parecer inofensivos o inadvertidos, contribuyen a la reproducción de desigualdades en razón del género. Estos mismos fueron categorizados como utilitarios, coercitivos, de crisis o encubiertos, para su sistematización. Cabe decir que un mismo comentario puede caber en diferentes categorías, por lo que esta multiplicidad se consideró para el análisis porcentual de todos estos.

De acuerdo a su categoría analítica, estas son las principales características por categoría analítica de los machismos cotidianos:

  • Utilitarios: Los machismos cotidianos utilitarios son manifestaciones sutiles de actitudes sexistas que se manifiestan especialmente en el ámbito doméstico y en las responsabilidades de cuidado hacia otras personas. Estos comportamientos se caracterizan por explotar las presuntas habilidades femeninas de servicio y por la naturalización del trabajo de cuidado asociado a las mujeres.
  • Encubiertos: Los machismos cotidianos encubiertos se caracterizan por su sutileza y tienen como objetivo la imposición de percepciones masculinas sobre los roles tradicionales. Estas manifestaciones buscan limitar la libertad y autonomía femenina. Dichos machismos cotidianos pueden manifestarse a través de actitudes condescendientes, paternalistas, en el desprecio sutil y en un mal humor manipulativo.
  • De crisis: Los machismos cotidianos de crisis se manifiestan en situaciones en las que las mujeres comienzan a desafiar y romper con la estructura de desigualdad de género existente en la pareja. Estos comportamientos emergen como respuestas a la percepción de amenaza a la tradicional jerarquía de roles. Estos tipos de machismos cotidianos buscan mantener o restaurar una dinámica de poder desigual, reforzando estereotipos de género y resistiéndose al cambio hacia una mayor equidad en las responsabilidades y roles dentro de la pareja.
  • Coercitivos: Los machismos cotidianos coercitivos se caracterizan por el uso de diversas formas de fuerza, ya sea moral, psíquica o económica, por parte del varón, con el propósito de ejercer control sobre la mujer. Estos comportamientos tienen como objetivo limitar la libertad de la mujer y restringir su capacidad de toma de decisiones. Su impacto se refleja en el ámbito del espacio y el tiempo, donde las mujeres suelen resultar perjudicadas. Se suelen manifestar en situaciones cotidianas.

Para la identificación de los machismos cotidianos presentes en las distintas comunidades visitadas. Se puedieron notar una mayor cantidad de registros en localidades como Oxkutzcab, Tekax, Valladolid, Izamal y Tekit

Estos comentarios fueron clasificados de acuerdo a los aspectos que abordan, para así determinar su respectiva distribución porcentual, dentro de la cual, se aprecia la presencia común de machismos cotidianos de tipo coercitivo, representando estos una cifra poco mayor a la mitad de la muestra total.

Por su parte, la categorización por municipio hizo evidente la identificación única de machismos cotidianos “coercitivos” en el municipio de Abala y mayoritaria en demarcaciones como Tahdziú, Tekax y Tekit. Mientras que grupos de trabajo, como los de Hoctún o Valladolid, mostraron una identificación más diversa. Por su parte, los machismos cotidianos “de crisis” fueron más usuales en grupos como los de Valladolid y Hoctún, mientras que los de tipo “utilitarios” se mostraron más frecuentemente en Muna, Tekit y Oxkutzcab.



Análisis de la economía familiar

El ejercicio en taller para el análisis de la economía familiar consistió en identificar las tareas cotidianas realizadas dentro del hogar, para luego estimar la cantidad de horas necesarias para su realización y el costro aproximado que estas tendrían al ser contratadas mediante un tercero. El fin del ejercicio fue, primordialmente, el de lograr el reconocimiento del trabajo doméstico llevado a cabo, sobre todo, por las mujeres, el cual es, a menudo, invisibilizado.

Los datos obtenidos se procesaron para el cálculo del promedio de horas dedicadas al trabajo en casa, por cada municipio, la cantidad de tiempo dedicado a estos fines, en lo general, y el número de actividades identificadas de acuerdo a su clasificación.

Durante la realización del ejercicio, el total de participantes en cada taller fue dividido en dos grupos, cada cual teniendo que enlistar una serie de actividades que, para ellos, formaran parte importante del trabajo dentro del entorno familiar. Entre las tareas mencionadas se hallan varias relacionadas al cuidado de los hijos, la casa, la preparación de alimentos, las compras, organización de gastos, entre otras.

A partir de la sistematización de las actividades, se puede observar una preponderante alusión a las labores de cocina y atención a los hijos. Posteriormente, los asistentes estimaron el valor monetario que están actividades tendrían al interior de sus comunidades, así como la cantidad de tiempo necesario para su realización. Cabe decir que estos datos son meramente representativos de las apreciaciones hechas durante los talleres y que no representan información objetiva con respecto a la realidad económica o social dentro de los municipios.

Dentro del ejercicio se mencionaron aquellas tareas principalmente a cargo de las mujeres, sin embargo, se añadieron algunos casos en los que dentro de estas mismas actividades hubiera colaboración por parte de los hombres, correspondiente estos al 17.58% de los comentarios analizados.

El procesamiento de los resultados hizo posible identificar el promedio de horas dedicadas al trabajo doméstico por municipio, según lo estimaron los participantes, encontrándose Teabo como el municipio con la cifra más alta dentro del grupo de municipios analizados, cuyo promedio fue de 16 trabajos domésticos identificados por taller.

Del mismo modo que las horas, se realizó el cálculo para determinar la media del costo monetario por actividad en cada uno de los municipios donde se llevaron a cabo las actividades, con un promedio grupal máximo de $383 por trabajo en el caso de Dzán y $41 en el de Tahdziú.



Compromisos

Como parte final de las actividades, los asistentes enlistaron distintos compromisos a asumir luego de su experiencia con respecto a las termas abordadas en los talleres. Se tratan de una serie de compromisos personales y anónimos para la toma de responsabilidad individual y la adopción de acciones conscientes destinadas a contrarrestar la discriminación de género, así como para promover la igualdad entre mujeres y hombres. Estos compromisos implican esforzarse por abordar sus manifestaciones tanto a nivel personal como en el entorno circundante por parte de los asistentes. Los mismos se asumieron de acuerdo a los contenidos expuestos y la discusión detonada dentro de las sesiones, en función de sus impresiones y sentir con respecto a lo expresado por el grupo de trabajo. De igual modo, se les pidió a los participantes que enunciaran sus compromisos de acuerdo a aquellos objetivos que les resultaran realizables en su desarrollo cotidiano

De acuerdo a la contabilización de los compromisos, se recibió una mayor cantidad de estos en el grupo de trabajo de Tekax, representando el máximo de la muestra de, mientras que el mínimo le correspondió a Maní, con 7 compromisos. El promedio general fue de 21 compromisos por actividad.

El total de compromisos fue ordenados de acuerdo al enfoque que demostraban según su enunciación, de que o a quienes estaban estos dirigidos, así como cualquier aspecto demostrativo de su carácter general, lo que permitió hallar que la mayoría de estos se centraron en la dinámica familiar y el mejoramiento de la relación entre los integrantes del hogar principalmente, otros temas tratados fueron el trato hacia las mujeres, la ayuda a las labores del hogar, la expresión eficiente de las emociones y la relación con los padres.

Con base en los resultados expuestos, se ha desarrollado una Guía de Nuevas Masculinidades con el objetivo de llevar acciones concretas a la práctica mediante la identificación de estrategias efectivas. Esta guía tiene como fin contribuir a la eliminación de los estigmas de género existentes, promoviendo una comprensión más equitativa y justa de las masculinidades.

La Guía de Nuevas Masculinidades, actualmente en su fase de pilotaje, ha sido diseñada para permitir la reproducción y adaptación de los ejercicios del Eje de Masculinidades en diversos contextos, siempre y cuando se mantengan condiciones similares. Durante esta fase, se recopilarán observaciones y sugerencias que servirán para ajustar y mejorar los contenidos y metodologías, asegurando su efectividad y relevancia en la promoción de relaciones de género más igualitarias.

Además, esta guía incluye una serie de herramientas prácticas y actividades que facilitan la reflexión y el cuestionamiento de los roles tradicionales de género. Se espera que, a través de su implementación, se fomente un cambio cultural significativo, alentando a hombres y mujeres a desafiar y superar los estereotipos de género que limitan el desarrollo personal y social.



XX Segunda etapa: Compartiendo lo Aprendido - Los Saberes se crean colectivamente

En este apartado abordamos las experiencias dentro de la línea de trabajo de Patrimonio Cultural Inmaterial, que se tuvieron en los tres Talleres Intermunicipales en Valladolid, Maní y Oxkutzcab. Donde estuvieron presentes bordadoras de los 12 municipios. Aquí recuperamos lo vivido en el intercambio de conocimientos sobre los tipos de bordados, las técnicas y el diseño de prendas de otros municipios. Y cómo fueron construyendo, colectivamente, un Plan de Salvaguardia.




Resultados y logros

En la primera etapa de los talleres municipales del proyecto de salvaguardia del bordado maya yucateco, las bordadoras lograron importantes avances que fortalecieron el reconocimiento cultural y social de esta práctica. También adquirieron conocimiento sobre el contexto histórico y actual del bordado, desde su evolución en la cultura maya hasta su práctica contemporánea, identificaron técnicas, puntadas y productos elaborados con fines comunitarios, personales, de venta y colaborativos. También mapearon a los actores clave vinculados al arte textil, registraron las celebraciones del ciclo de vida relacionadas con el bordado, y analizaron las dinámicas de transmisión intergeneracional de estos saberes, subrayando su papel crucial en la identidad maya..

Entre los logros destacados, la bordadora Cándida Jiménez, del municipio de Maní, representó a México en las oficinas de la UNESCO, y las Naciones Unidad, en París y en Nueva York , acompañada por la secretaría de SEDECULTA, fortaleciendo la visibilidad internacional del bordado maya. Pero también es importante señalar que su trabajo sentó las bases para la declaratoria del bordado maya como Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado, mediante reuniones con legisladoras y documentos justificatorios. Además, se consiguió un espacio en la revista Yucatán Today para difundir el arte textil, la donación de cinco máquinas de bordado y un fondo canalizado por FONART para bordadoras amenazadas por el bordado digital. También se identificó al ICATEY como institución clave para certificar a las bordadoras, avanzando en su profesionalización. En términos de investigación, gracias a la participación y trabajo de las bordadoras, se ampliaron inventarios de técnicas, ceremonias y rituales vinculados al bordado, se recopiló información sobre su transmisión y se realizó un registro fotográfico en 12 municipios. Por último, se crearon 12 grupos de WhatsApp para fortalecer la comunicación entre bordadoras, fomentando el trabajo colaborativo y la difusión de esta rica tradición cultural.




Decreto sobre el Bordado Maya-Yucateco como Patrimonio Cultural de Yucatán

El Bordado Maya-Yucateco ha sido declarado Patrimonio Cultural Intangible del Estado de Yucatán, y la declaratoria salió en el Diario Oficial el 26 de abril de 2024. Así se reconoce su enorme valor como una práctica artesanal que ha dado identidad al estado a lo largo de los años. Esta declaratoria fue aprobada por unanimidad durante una sesión ordinaria de la LXIII Legislatura, después de que la Comisión Permanente de Arte y Cultura realizará un análisis detallado de la iniciativa. El reconocimiento no solo honra esta tradición milenaria, sino también enaltece a quienes practican esta técnica, a las bordadoras, considerada una de las expresiones culturales más importantes de Yucatán.

Éste es un breve resumen de los puntos más importantes de la declaratoria y de lo que se mencionó en varios periódicos.

El Bordado Maya-Yucateco es una actividad que tiene una larga historia, con evidencia arqueológica de tejidos recuperados en el cenote de Chichén Itzá que datan de épocas prehispánicas. Este bordado no solo es una expresión artística, sino también un importante símbolo de identidad para las comunidades rurales y urbanas, trascendiendo las barreras sociales y culturales. Además, es la práctica con mayor diversidad de técnicas y el mayor número de bordadoras en México, lo que refuerza su relevancia como actividad social, cultural y económica fundamental para las comunidades.

La declaratoria también busca garantizar la preservación y el rescate de esta tradición, promoviendo acciones que permitan su continuidad. Estas incluyen investigaciones, actividades de promoción y la implementación de proyectos que contribuyan a fortalecer la autoestima cultural de las bordadoras y mejorar su calidad de vida. Este esfuerzo implica la colaboración entre las bordadoras, los gobiernos, las ONG, gestores culturales y la academia.

Con la entrada en vigor del decreto, el gobierno estatal y las autoridades municipales podrán realizar acciones de investigación, difusión y promoción del Bordado Maya-Yucateco. Además, las Secretarías de Fomento Económico, Trabajo, y Cultura, en coordinación con autoridades federales, trabajarán en garantizar su preservación y desarrollo, asegurando que esta herencia cultural siga siendo un orgullo para las generaciones futuras.

La importancia del Bordado Maya-Yucateco también radica en su carácter inclusivo, siendo practicado por personas de todas las edades y condiciones sociales. Su reconocimiento como patrimonio cultural ofrece una oportunidad para visibilizar el trabajo de las mujeres, especialmente en comunidades rurales, y avanzar en la igualdad de oportunidades. Este proceso también aborda barreras culturales, como el machismo, que en ocasiones dificulta la transmisión y práctica de esta tradición.

La UNESCO ha desempeñado un papel clave en este esfuerzo, trabajando desde hace dos años en un diagnóstico sobre la situación del Bordado Maya-Yucateco. En colaboración con la Fundación Banorte, el gobierno estatal y diversas dependencias, se está desarrollando un plan de acción para salvaguardar esta práctica, abordando tres ejes principales: el patrimonio cultural inmaterial, el bordado como modelo de negocios y la eliminación de barreras socioculturales.

La aprobación del decreto en el Congreso de Yucatán representa un paso fundamental para consolidar el Bordado Maya-Yucateco como una práctica reconocida y protegida. Este reconocimiento no solo refuerza el valor de esta tradición, sino que también garantiza su transmisión a futuras generaciones, asegurando que continúe siendo un legado vivo de la cultura yucateca.



XX Tercera Etapa. Organizadas Somos Más Fuertes




Plan de Salvaguardia del Bordado Maya Yucateco

El Plan de Salvaguardia del Bordado Maya Yucateco fue creado gracias a la valiosa participación y compromiso de las comunidades de bordadoras. A continuación, se describe cómo se llevó a cabo este proceso y los resultados que juntas lograron, se incluyen relatos en primera persona donde las artesanas cuentan sobre el mismo.

Desde el principio, el Plan fue diseñado para que las comunidades de bordadoras fueran el corazón de las decisiones. Se realizaron talleres y reuniones en las comunidades, donde se intercambiaron ideas y reflexionaron sobre la situación actual del Bordado Maya Yucateco. En estos espacios, se escucharon preocupaciones, deseos y expectativas para conservar y promover esta importante tradición.

Apoyo mutuo para definir prioridades

Estábamos haciendo todo lo del plan y todo. Y pues en nuestro caso, yo y mis otras compañeras nos hemos organizado en la parte de comentarles a las otras que estuvieron ahí, que han estado desde el principio, pues comunicarles cómo se va a seguir trabajando el plan. Y pues en agosto, por ahí en agosto estuvimos realizando lo que son las prioridades, o sea, cuáles son las que deben de estar las más urgentes, qué se va a hacer primero. Y como algunas de ellas pues no saben lo de la parte digital, cómo poder mover los cuadernillos y ahí les estuvimos apoyando, porque hay algunas que pues solo entienden la lengua maya y no saben español o no saben cómo comunicarse y a veces les explicamos en maya para que entiendan cuáles son esas acciones que se debe de estar realizando.

Un paso importante fue el ejercicio de priorización, que ayudó a organizar las acciones más importantes a realizar. Cada municipio llevó a cabo discusiones grupales para identificar qué acciones eran más relevantes en su contexto local. Gracias a esto, se estructuró un conjunto de acciones que reflejan las necesidades y prioridades de cada comunidad.

Problemas compartidos

Cuando salimos nos dimos cuenta de que en todos lugares hay problemas y nos identificamos como bordadoras. Por ejemplo, el costo de los materiales, el problema con los esposos en algunos lados, el problema de los precios. O sea, coincidimos con todo y eso nos ayudó también para ver si nosotros teníamos las mismas urgencias que tenían las otras. Y no, no eran tantas las coincidencias, pero sí había algunas. Por ejemplo, nosotros ya tenemos turismo por las guayaberas. Tenemos el arco. Ya es conocido y hay muchos visitantes que llegan los fines de semana, pero hay lugares que son muy lejanos y hay problemas que no coinciden con los de nosotros. Por ejemplo, en Tekit hay mucho turismo y eso nos apoya también a nosotros, aunque todavía no nos conocen como colectivo, pero sí coincidimos en muchas cosas y pues nos conocimos y compartimos muchas experiencias no solo del bordado, sino también de la organización de colectivos. Fue muy bonito.

El resultado de este trabajo colaborativo fue un esquema que organiza las acciones según su importancia. Esto permitirá implementar medidas concretas y dar seguimiento a su progreso. Además, en cada municipio elaboraron un Plan Municipal de Salvaguardia adaptado a las necesidades identificadas, siempre pensando en el desarrollo sostenible de esta práctica cultural.

¿Qué incluye el Plan de Salvaguardia?

Al final de este proceso, estructuraron el Plan en 10 medidas generales que abarcan distintos aspectos de la salvaguardia del Bordado Maya Yucateco:

  1. Documentación e investigación: Registrar y estudiar las tradiciones relacionadas con el bordado.
  2. Identificación y definición: Reconocer y definir las expresiones culturales propias del bordado.
  3. Preservación y protección: Proteger a las bordadoras y el bordado de amenazas como la pérdida y la degradación cultural.
  4. Promoción y valorización: Promover y dar valor al Bordado Maya Yucateco.
  5. Turismo, ventas y comercio justo: Fomentar el turismo y las ventas con condiciones justas para las bordadoras.
  6. Inclusión y políticas de género: Incorporar perspectivas de inclusión y equidad en el Plan.
  7. Educación y transmisión: Asegurar que los saberes del bordado se transmitan a las nuevas generaciones.
  8. Visibilización y difusión: Dar a conocer el bordado y la cultura que lo rodea.
  9. Actualización y revitalización: Mantener el bordado relevante en contextos cambiantes.
  10. Socialización: Compartir con todas las comunidades lo que se ha aprendido juntas.

¿Cómo lo lograron?

Para organizar las acciones, se utilizó un Cuaderno de Trabajo que facilitó la participación de las comunidades. Con él, cada comunidad pudo clasificar las acciones según su relevancia y proponer con qué personas o instituciones podrían colaborar.

Priorización de las necesidades

Cada una ya había dicho sus necesidades o con qué contábamos o qué seguía, pero eso más que nada fue como la continuación. Los problemas y las dificultades que había. Se juntó todo eso y ya después de todo, porque cada poblado pues mandó todo lo que nos pidieron ya de toda la solución de eso, las respuestas y todo eso, se tuvo que elegir entre todo lo que mandamos. Lo más importante, pero fueron varios puntos que se tomaron. Ya cuando se eligieron todos esos puntos fue cuando se armó el plan de salvaguardia, fue cuando se puso todos los puntos así en la mesa. Y ya después de eso pues nos dieron el cuadernillo, o sea, estuvo muy bien porque lo que nosotros vimos que nos hacía falta o teníamos en San José otras compañeras contaban con los mismos problemas o fortalezas prácticamente. O sea, se juntó todo y casi fueron todas las mismas respuestas.

A continuación, se presenta el porcentaje de acciones clasificadas en cada nivel de prioridad, de acuerdo con los resultados de la evaluación realizada por bordadoras en cada municipio.


Gracias a este trabajo conjunto, se construyó un Plan que no solo preserva el Bordado Maya Yucateco, sino que también asegura que su práctica siga siendo una fuente de identidad, orgullo y sustento.






Creación del Consejo Estatal de Bordadoras

Puro orgullo

Es un orgullo ser parte del Consejo y que pues no pase otra vez lo que yo viví. Abrirle los ojos a más artesanas, a más personas que trabajan, que no se sientan mal por el trabajo que hacen o no se sientan mal por la lengua, que hablen, que sean orgullosas de ellas mismas. De sus tradiciones, de lo que son, de su cultura.

El Encuentro proporcionó un espacio para que las bordadoras compartieran sus experiencias relacionadas con su introducción al bordado, su proceso formativo, vivencias e impresiones sobre el programa en general. Estas actividades fomentaron el intercambio intercomunitario de saberes y fortalecieron los lazos entre artesanas. El taller principal estuvo dedicado a revisar y validar las acciones específicas que ya habían propuesto previamente durante la fase de identificación de acciones y el desarrollo de talleres regionales. En las sesiones, discutieron las posibilidades de estas acciones y los requerimientos necesarios para su implementación, ratificando su importancia para las comunidades y para la salvaguardia del bordado Maya Yucateco.

Oportunidad para trabajar en colectivo

Pues, es algo nuevo para mí, pero pues con toda la experiencia que también han comentado mi mamá y todo eso, pues yo tengo la fe de que se puede, se puede mejorar y se puede trabajar en colectivo, porque hay algunas personas que dicen ah, no, es que no va a ir bien ni nada de eso. Sin embargo, es bueno más que nada para seguir aprendiendo otras puntadas, porque, por ejemplo, ahorita hay varias que me están enseñando otras puntadas u otras técnicas. Y es bonito porque una se lleva otros aprendizajes y todo lo que.

En este marco, las bordadoras eligieron a dos representantes por municipio para integrar el Consejo Estatal de Bordadoras, un organismo promovido durante el encuentro con el propósito de respaldar la aplicación del Plan de Salvaguardia mediante la colaboración con autoridades y actores estratégicos. Este consejo quedó conformado por 48 integrantes, con edades entre 24 y 73 años y un promedio de 45. En el Consejo se eligieron a bordadoras con perfiles diversos: algunas cuentan con más de 50 años de experiencia, mientras que otras representan nuevas generaciones de la práctica. También incluye maestras en el arte del bordado, así como artesanas que combinan esta actividad con otros oficios y otras profesiones. Esta diversidad asegura una representación integral de las técnicas y tradiciones del bordado Maya Yucateco, fortaleciendo el compromiso con su preservación.

Durante el Encuentro, se llevaron a cabo ejercicios de organización comunitaria dirigidos por especialistas. Esto permitió que establecieran una serie de compromisos conjuntos para guiar las próximas actividades del Consejo Estatal. Asimismo, realizaron la presentación oficial del Plan de Salvaguardia, ante representantes del gobierno estatal y legisladores.

Al concluir el Encuentro, las integrantes del Consejo Estatal de Bordadoras firmaron un documento en el que se reconocen como portadoras del Bordado Maya Yucateco y asumieron los siguientes compromisos:

  • Representar con orgullo y dignidad a las Bordadoras del Estado de Yucatán.
  • Trabajar con profundo respeto hacia el Bordado Maya Yucateco y hacia sus compañeras bordadoras.
  • Asumir con responsabilidad las labores necesarias para implementar el Plan de Salvaguardia.
  • Ser transparentes con sus compañeras en todos los asuntos relacionados con el Plan de Salvaguardia.
  • Practicar la solidaridad y la sororidad entre las bordadoras.
  • Difundir el Plan de Salvaguardia del Bordado Maya Yucateco por todos los medios posibles.
  • Transmitir a las nuevas generaciones el sagrado oficio de bordar.
  • Regresar a sus comunidades para compartir con sus compañeras los conocimientos adquiridos, el contenido del Plan de Salvaguardia y los compromisos asumidos.

Una gran responsabilidad

Es muy emocionante, pero también siento que es una gran responsabilidad porque hay que estar. A veces tenemos que estar tomando los cursos, tenemos que estar participando, dando nuestras opiniones y todo. Es fascinante y sobre todo, que las compañeras confían en uno. Al menos cuando dijeron quiénes van a estar en el Consejo, entonces las bordadoras de mi pueblo dijeron “pues que vaya la maestra Dalila, que vaya”. Y yo no lo podía creer porque como yo le dije, yo no entré desde el principio del proceso y que me hayan elegido pues fue un gran honor para mí.

Este encuentro fue un paso significativo en la consolidación de esfuerzos para preservar el Bordado Maya Yucateco, destacando la participación y compromiso de las bordadoras en la salvaguardia de su patrimonio cultural. Este es un logro compartido, y cada una de las bordadoras participantes es protagonista de este esfuerzo.




Reglamento del Consejo Estatal de Bordadoras

Uno de los últimos grandes logros en 2024, del Consejo Estatal de Bordadoras, ha sido escribir colectivamente su reglamento interno. El cual conformaron de la siguiente forma:

  1. Entre las consejeras el respeto es lo primero sin importar la edad o cualquier otra condición.
  2. Apoyarnos unas a otras cuando sea necesario.
  3. Fomentar la disciplina, el respeto y la tolerancia en los diferentes grupos municipales, de comisarías, subcomisarías y otros.
  4. Pedir ayuda o consejo cuando tengamos alguna encomienda y sintamos que se nos dificulta.
  5. Sobre las reuniones:
    1. Reunirnos cada mes o cuando sea necesario, presencial y/o virtualmente y/o mixtas, para platicar de nuestros avances, logros e inquietudes en torno al bordado.
    2. Se tendrá una reunión bimestral presencial obligatoria, la zona de reunión se acordará previamente con una lista que contemple las seis reuniones obligatorias del año.
    3. En toda reunión deberá realizarse un acta y un pase de asistencia por escrito.
  6. Respetar el horario establecido que se tome como acuerdo en el grupo para la actividad que fuera.
  7. Sobre las decisiones:
    1. Participar en la toma de decisiones cuando lo que esté en juego sea para el bien de toda la Red Estatal de Bordadoras.
    2. Antes de tomar alguna decisión sobre el bordado o el tema que nos une, debemos tomar la opinión de todas las consejeras.
    3. Para las reuniones donde se van a tomar decisiones, se hará una convocatoria escrita para las Consejeras donde se diga el día, lugar y hora en que se llevará a cabo la reunión. Se procurará que sea en Mérida, Yucatán.
    4. Para que una reunión donde se van a tomar decisiones sea válida, tendrán que asistir representantes de 10 de 12 comunidades. Ahora, si para la reunión que se hubiera convocado no hubiera el mínimo necesario de asistentes, se hará una segunda convocatoria pública, donde todas las integrantes del consejo se enteren. Las bordadoras que asistieran a la segunda reunión tomarán las decisiones necesarias.
    5. Las decisiones sólo serán válidas si vota el 50% más uno de las comunidades presentes.
  8. Se procurará que la asistencia a las reuniones de consejeras sea por comunidad, es decir, que aunque las consejeras no pudieran estar, manden a algún representante para efectos de esa junta. El representante podrá tomar decisiones.
  9. Antes de las juntas de toma de decisiones, será necesario que previamente las consejeras hayan puesto los temas de decisión ante los grupos de bordadoras municipales y sus comités, para saber sus opiniones y posturas, y así se decida tomándolas en cuenta.
  10. Ser responsables con el cargo o encomienda que se nos asigne.

    Si alguna compañera o persona llega a abusar o usar su cargo de manera indebida, se decidirá sobre su situación mediante reunión general con todas las consejeras presentes. La sanción sería sustituirla por otra persona que represente a su comunidad.

    El proceso para revisar estos casos deberá considerar todas las pruebas disponibles, incluyendo la opinión de las bordadoras de la comunidad a la que pertenezca la persona señalada por conductas indebidas, para tomar la decisión más justa posible.

    Estos casos pueden iniciarse tanto desde el mismo Consejo Estatal como desde los Comités y grupos Municipales.

  11. Sobre la resolución de conflictos:
    1. Los conflictos siempre se resolverán dialogando y aclarando los malentendidos.
    2. Cuando haya un conflicto entre Consejeras de un mismo o diferentes municipios, se les invitará a que platiquen y resuelvan los temas.
    3. Si no se pudiera resolver entre ellas, se podrá pedir ayuda de otras consejeras para que ayuden a mediar y que lleguen a un acuerdo.
    4. En el caso de conflictos dentro de los municipios, será posible que las Consejeras Estatales apoyen a resolverlos.
  12. El intercambio de puntadas entre nosotras es algo necesario, por lo que las compañeras que viajen a un pueblo para responder a algún llamado serán recibidas con todo lo que implica: viáticos, espacios, materiales y participantes; dentro de las posibilidades de la misma comunidad que las recibe.
  13. Los cambios que se quieran hacer en este reglamento serán siempre respetando la esencia de cuidado y promoción del bordado artesanal y las bordadoras.
  14. Las Consejeras Estatales ni ningún cargo de la Red Estatal de Bordadoras, como los Comités o representantes de comunidad, no podrán ser parte de algún partido político ni apoyarlo abiertamente. Si alguna lo hiciera, tendrá que salir del Consejo Estatal y las bordadoras del municipio elegirán un reemplazo.

El consejo nos organiza

El Consejo es muy importante para poder organizarnos en comunidades, para poder ver si podemos también buscar apoyos en otras instituciones para todas las bordadoras, para que nos den a conocer, porque uno solo no va a poder, no nos vamos a poder dar a conocer uno solo, sino que hay que estar todas unidas. Buscar qué es lo que necesitamos. Platicar sobre cómo organizarnos para poder darnos a conocer. Y si solo es una bordadora, nada más, pues solo está una va a resaltar si es que ella busca la oportunidad, pero aquí estamos buscando, la oportunidad que estamos buscando es para todas. Si vamos a salir juntas que sean todas juntas. Si vamos a tener apoyo, que sean para todas las bordadoras. Yo creo que eso sí lo necesitamos mucho. El apoyo de una institución. El gobierno de algo es importante para todos, porque tal vez no tengamos tantas necesidades. En mi caso no tengo tantas necesidades, pero si hay personas que no tienen material para bordar. Pero sí es importante porque si nos escuchan de esa forma nos damos a conocer y nos toman más en cuenta como bordadoras. Ese reconocimiento ya era algo perdido porque pues estábamos así atrás de las grandes empresas. Ahora no, nosotros somos ya las chicas originales que trabajamos en esto y ahorita nos están dando a conocer a través de El Consejo. Igual pues para ponernos de acuerdo porque a veces no llegamos a acuerdos, pero pues sí es importante eso, por el bien de todas.




Certificación de Bordadoras Mayas

Un gran número de bordadoras mencionaron lo importante que ha sido todo este trabajo para el reconocimiento de las bordadoras en sus municipios y en todo Yucatán. Uno de los logros y avances más importantes a finales de 2024 fue la certificación que obtuvieron del gobierno del estado.

Reconocimiento de buenas bordadoras

Que seamos reconocidas. O sea que sepan que Yucatán tiene bordadoras muy buenas. Seguir haciendo mi trabajo. Yo sé que lo que yo sé nadie me lo va a quitar y voy a seguir aprendiendo, aquí es seguir aprendiendo, seguir mejorando, seguir haciendo cosas porque nadie me va a hacer olvidarlo. O sea, lo aprendido, bien aprendido está.

Reconocimiento nacional e internacional

Pues a mí me gustaría que, así como se está yendo el proceso paso a paso, que en un momento dado sea reconocido. Todos los pueblos de Yucatán que sean reconocidos a nivel nacional y a nivel internacional. Ese es nuestro deseo. Y que sepan que en los pueblos hay muchas bordadoras, no solamente cinco o seis o 20. Como en una ocasión mencionaron, a mí me sacudió cuando dijeron que hay 20 bordadoras, pero solo hay 20 bordadoras que están yendo a ese curso, pero hay más. Entonces cuando yo entré dijeron pues vamos a hacer la lista de las bordadoras, a mí se me ocurrió poner este en Facebook, poner todas las que sean bordadoras y quieran este empezar a contar más o menos del programa de la UNESCO y todo, y que se apunten y un montón se me apuntaron fácilmente. Fueron como 80 personas que se comunicaron conmigo.

Reconocimiento para aprender de otras

A partir del reconocimiento podríamos mejorar más. Podríamos aprender más de otras, de otras bordadoras, verdad, podríamos avanzar más, fortalecer más nuestro grupo. Sí, para seguir trabajando. Y como les dije, somos varias bordadoras que, ahora sí, dependen de lo que ellas realizan para poder ayudar al sustento de su hogar. Entonces pues sí, sí, la verdad sí. Pues yo en lo particular estoy muy contenta. Mucha ilusión, la verdad.

Reconocimiento para tener un negocio

A mí sí me gustaría que cada bordadora fuera reconocida, que tenga su propio negocio, que tenga como una pequeña empresa en donde pueda mantenerse y darse a conocer, que pueda tener estas oportunidades, que puedan salir a vender y tengan como que algo seguro. Porque yo por ejemplo tengo dos trabajos, trabajo en mi casa con mis prendas y trabajo en una fábrica porque en la fábrica tienes un trabajo, un sueldo semanal seguro. Y si vas a trabajar por tu cuenta, a veces nada más no entra. Lo que a mí me gustaría es que todas tengan clientes seguros. Para que ellas puedan trabajar y no estén sentadas, esperando a ver que cae.

Certificarse para poder enseñar

Yo no tengo estudios, pero sí terminé mi preparatoria. Yo quiero ir a dar clases en una escuela, pues lo primero que me van a pedir es estar certificada, o sea con qué avalas ese punto que nos estás diciendo. Eso deseo más que nada que nos den como una certificación para que podamos, no sólo de nombre que nos diga maestras. Sino que realmente tengamos algo que nos avale el título, más que nada para que podamos dar las clases o talleres así en las escuelas, ya desde preescolar, primaria, incluso secundaria, pues sería un honor para nosotras.

Éste es un breve resumen de los puntos más importantes del evento y de lo que se mencionó en varios periódicos.

El 3 de diciembre de 2024, en la zona arqueológica de Uxmal, se llevó a cabo una ceremonia significativa donde más de 200 bordadoras mayas de Yucatán fueron certificadas como transmisoras del arte del bordado, reconocido como Patrimonio Cultural Intangible del estado. El evento contó con la presencia del gobernador Joaquín Díaz Mena, quien, junto a autoridades como Diego Prieto Hernández, director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y Andrés Morales, representante de la UNESCO en México, entregó los certificados a las artesanas. Martha Elena May May, miembro destacado del Consejo de Bordadoras de Yucatán, participó activamente en la ceremonia, enfatizando la importancia del bordado como una herramienta de transmisión cultural y económica para las comunidades mayas.

Díaz Mena reafirmó el compromiso del gobierno estatal con la protección y promoción del bordado maya yucateco, destacando la implementación del Plan de Salvaguardia del Bordado Maya Yucateco, un esfuerzo articulado como parte del Proyecto de Desarrollo Económico y Social con Perspectiva de Género a través del Arte Textil de Yucatán. Este proyecto, financiado por la Fundación Banorte, estuvo representado en la ceremonia por Jimena Prado Lebrija, quien reconoció el impacto positivo del programa en las mujeres bordadoras y su papel en el desarrollo económico de las comunidades.

El Plan de Salvaguardia es resultado de un esfuerzo colectivo en el que participaron 320 bordadoras de 12 comunidades. Se llevaron a cabo 36 talleres de diagnóstico, 85 sesiones de trabajo y un encuentro estatal, donde las artesanas definieron 168 medidas específicas para la conservación y promoción de su arte. Este programa busca fortalecer las habilidades económicas de las bordadoras, garantizar precios justos por sus productos y protegerlas contra el plagio.

Andrés Morales, de la UNESCO, destacó la relevancia del plan como un modelo de políticas públicas participativas. La certificación de las bordadoras y la implementación del plan reflejan un compromiso conjunto para proteger y valorar el bordado maya, asegurando su viabilidad como una práctica cultural y una fuente de ingresos sostenibles.

En conclusión, el evento y el Plan de Salvaguardia consolidan un reconocimiento tangible al trabajo de las bordadoras mayas, con figuras clave como Martha Elena May May contribuyendo a la preservación y transmisión de este patrimonio cultural invaluable.




Lo que esperan del futuro

Estos dos años de trabajo son sólo el inicio de la organización y unión entre las bordadoras de Yucatán. Ellas saben que muchos desafíos se presentarán en el camino, pero siempre deberán volver a sus palabras llenas de ilusión y esperanza sobre el futuro.

Seguir la tradición y el trabajo del bordado

Pues lograr que las personas puedan seguir haciendo ese trabajo, que no se pierda, porque yo estoy representando a la comunidad en sí y pues la comunidad tiene mucho potencial. Sin embargo, pues que sepan trabajar en grupo, pues a veces se dificulta mucho esa parte. Sin embargo, pues hay muchas cosas por mejorar y yo siento que pues en este momento en donde estamos todavía estamos empezando a trabajar en eso. Es importante para mí porque siento que estoy haciendo una pequeña parte de lo que es el futuro para los demás. ¿Por qué? Porque de ello va a depender todo el trabajo y todas las habilidades que tengan lo puedan ir desarrollando para para poder seguir lo que es el bordado, porque pues si así no se hace, obviamente va a desaparecer y ya no va a ser lo mismo tampoco.

La unión y la escucha hacen el cambio

Pues a futuro que, que tengamos un lugar donde todas nos unamos cada año. Un lugar donde nos podamos unir como personas que por decir que ya avanzamos muchos, talleres, pues se supone que aprendimos varias cosas. Pues tener un lugar donde cada 15 días o cada mes que nos unamos todos a ver qué hacer, porque al año cambia las cosas y si junto con las otras nos unimos, si podemos hacer el cambio año por año. Pero tenemos que escuchar las voces de las artesanas para poder hacerlo, porque si solamente en tu pueblito, no se va a poder nunca. En cambio, si nos unimos entre todas, escuchamos la plática de ellas y ellas cuando vayan hablen con otras artesanas. Y es que traigan la voz para todas las que estamos en el consejo. Yo es lo que sueño.

Continuar con las organización

Pues para mí es muy importante el Plan de Salvaguardia porque de allí se crean colectivos, grupos de artesanos, que en años anteriores nunca se nos dio ningún apoyo, ningún tipo de apoyo. Entonces, ahora tenemos nuevas oportunidades. Por ejemplo, en Tekax ya formamos un grupo de bordadoras y nosotras estamos ilusionadas porque nos han tomado en cuenta, que eso es lo más importante para nosotros. Nosotros como bordadoras no habíamos recibido ningún tipo de apoyo. Nosotras trabajamos con nuestros propios ingresos. Sí. Entonces con este, con este, esta nueva oportunidad, tenemos muchas esperanzas. Sí, tenemos muchas esperanzas. Y mis compañeras bordadoras es lo que ellas dicen. Nunca nos habían tomado en cuenta tal como somos aquí, nos valoran, nos dan nuestro lugar como bordadoras que somos. Eso para nosotras es muy valioso. Entonces, para mí es muy importante, tenemos nuestra unión de bordadoras para poder seguir trabajando, buscar puntos de venta, ver que nos den más conocer. Entonces pues ahora sí tenemos apoyo de nuestro presidente municipal, nos ha estado dando un espacio en lo que es los corredores municipales, donde todas nosotras salimos a exponer nuestros productos y vendemos. Gracias a Dios ahorita estamos viendo resultados muy positivos.